Faltan cinco meses para la llegada del magno evento de la lucha libre, WrestleMania 32, y como era de esperarse, han aumentado las especulaciones para el cartel del evento. Sobre todo con la lesión de Seth Rollins y la pobre posibilidad de ver la lucha de ensueño entre Sting y el Undertaker.
El legendario comentarista de WWE, Jim Ross, por medio de su blog JrsBarbq.com habló sobre dos luchadores que podrían encabezar el evento del año 2016.
Las dos estrellas más viables que WWE podría traer para WrestleMania 32. podrían ser Goldberg y Batista.
Las negociaciones con Goldberg han sido especuladas desde años atrás, hasta el grado de ser prácticamente olvidadas por la afición, aunque el ex campeón ha hablado en múltiples ocasiones sobre un regreso a los cuadriláteros.
Bill Goldberg/ Photo by jtalledo Wikipedia.org
El problema con Batista es que la afición, desde lo ocurrido en ruta a WrestleMania 30, ha encontrado mucho placer en abuchearlo hasta el cansancio, lo cual complicó su última etapa en la empresa, pese al impresionante regreso de Evolution.
JR también le dio un importante mensaje para todos los aficionados a los legendarios Stone Cold Steve Austin y “HBK” Shawn Michaels, pues muchos fantasean con verlos de regreso a la acción en su estado natal, Texas.
Austin y HBK están firmes en que sus días en la Lucha Libre son historia….
… Para quellos que piensan que Austin y HBK podrían hacer “Una lucha más” por el dinero correcto, por favor, deténganse…
Jim Ross habló de otros posibles nombres, mencionando que Hogan, quien hubiera podido tener una gran participación en el evento, ahora tiene problemas con la compañía. Además, The Rock tiene compromisos en películas y también Ronsa Rousey está ocupada.
La realidad es que sigue siendo muy difícil para el aficionado de los años 2000, el admitir que los tiempos han cambiado y que no precisamente es necesario el regreso de las grandes leyendas para poder crear un evento de la magnitud de WrestleMania, aunque la empresa debe de tomar las decisiones correctas y confiar en el público que arropa a sus grandes favoritos.