La calidad de Michael Jordan como jugador de baloncesto está fuera de toda duda: uno de los máximos anotadores de la historia y el líder de un equipo que ganó seis campeonatos con dos tripletes y que se vio imposibilitado a hacer lo mismo cuando él no formó parte de la plantilla en los años 90.
Pero la fama que le acompañaba, las leyendas que decían que picaba demasiado a los compañeros hasta el punto de llegar a la confrontación física (y que se han confirmado tras el estreno de The Last Dance, el documental que habla sobre esos últimos años en los Bulls), y la mera presencia de un jugador con una calidad tan notoria hacía que muchos rivales temblaran solo con verle, publica diario AS de España.
Steve Nash, al pasar por el podcast All The Smoke, habló sobre esa problemática:
“En aquellos momentos no teníamos tanto acceso a todo, a cosas como Instagram o YouTube, y lo que hacías era sentarte a ver partidos en los que él estaba porque era televisión de la que había que ver sí o sí. Tenía un carisma por encima incluso de las habilidades, además de que ya sabemos lo importante que era mentalmente”.
“Creo que ha sido único en algo que ninguno otro contra el que yo he jugado ha conseguido: había un miedo real en jugar contra él. Nunca he visto a toda una Liga actuar tan temerosa y reverenciosamente por culpa de un solo jugador”.
Steve Nash, MVP de la NBA en dos ocasiones, coincidió con Jordan en las pistas en dos etapas: en la primera, él en los Suns y Jordan en los Bulls, y en la segunda, él en los Mavericks y Jordan en los Wizards. (D)