"De momento las medidas son muy rigurosas. Cuando uno aterriza en suelo estadounidense debe permanecer 14 días en cuarentena", dijo en declaraciones a la televisión pública serbia RTS.
"Para la mayoría de los tenistas, yo incluido, no habría acceso a la cancha ni la posibilidad de entrenar", agregó.
"Es algo bastante inimaginable en este momento. Además, no habría acceso a Manhattan, deberíamos dormir en un hotel en el aeropuerto, ir al club acompañados sólo de una persona. No habría público, ni medios de comunicación. Condiciones bastantes extremas para jugar. No sé si es sostenible", advirtió Djokovic.
En ese sentido, aseguró que muchos de los jugadores con los que ha hablado comparten esa postura negativa sobre una participación en el Abierto de Estados Unidos.
"Para mí en este momento lo más realista es que la temporada se reanude en tierra batida, a comienzos de septiembre. Madrid, Roma, posiblemente algunos torneos antes de Roland Garros", dijo en referencia al Abierto de Francia, aplazado a septiembre.
"Claro, a todos nos gustaría regresar cuando antes a la cancha, jugar torneos de víspera de US Open y el propio US Open. Espero que así pase, pero debe haber algún tipo de compromiso y acuerdo entre los jugadores y el organizador. Ya veremos si se producirá", dijo.
Djokovic organiza a partir de este fin de semana un torneo regional, el Adria Tour, con fines benéficos en Belgrado y otras ciudades de los Balcanes occidentales.