04/11/2024

Barcelona SC y Emelec, ¿a jugar a otras ciudades y con otros nombres? 'Es imposible', responden dirigentes

Domingo 21 de Junio del 2020

Barcelona SC y Emelec, ¿a jugar a otras ciudades y con otros nombres? 'Es imposible', responden dirigentes

“Imposible”. Esa palabra repitieron Neme y Álvarez al ser consultados si creen que alguna vez los clubes podrían irse de Guayaquil.

“Imposible”. Esa palabra repitieron Neme y Álvarez al ser consultados si creen que alguna vez los clubes podrían irse de Guayaquil.

“Imposible”. Esa palabra repitieron Nassib Neme –presidente de Emelec– y Aquiles Álvarez –vicepresidente deportivo de Barcelona– al ser consultados por este Diario si creen que, como sucede en el balompié de México, alguna vez los dos clubes más populares de Ecuador podrían dejar de pertenecer a Guayaquil para mudarse a jugar a otra sede. “Y peor” cambiar sus respectivos nombres, coincidieron ambos dirigentes.

En el fútbol mexicano no hay arraigo ni tradición que valga. Extrañas situaciones, que en otros países serían inimaginables, son frecuentes en el país azteca. Ejemplos hay de variada especie. Clubes como Necaxa, cuyos directivos resolvieron no participar en el inicio del profesionalismo, en 1943, y cambiaron de opinión una década después, ya minada su popularidad. A esa misma entidad en 1971 la rebautizaron como Atlético Español para, en 1982, volver a llamarla Necaxa –completaron así la extinción de casi todos sus seguidores–.

Finalmente, al cuadro que el ecuatoriano Álex Aguinaga hizo grande lo desterraron: de la capital, donde nació, lo mandaron a Aguascalientes.

El Atletas Campesinos, de Querétaro, tiene como su goleador eterno al tricolor Ítalo Estupiñán, con 18 tantos, pero tras dos campañas se fue a Tampico con otro nombre. Y no importa si el club es histórico, como el Atlante capitalino, porque ahora es de Cancún. El caso más reciente es el Morelia, de Michoacán, donde militó Gabriel Achilier. Ya no existe como tal; ahora son los Delfines, de la norteña Mazatlán.

“El grupo que está detrás de Morelia continuará con el proyecto en Mazatlán, así que no se tendrían que pagar los $50 millones que se estima vale la franquicia. Pero no se salvarán de lo que estipula el Reglamento de Afiliación de Nombre y Sede, que pide cubrir una cuota correspondiente”, explica el diario Récord.

¿Y aquí? “Es imposible que calamidad alguna haga cambiar el domicilio de Emelec, excepto temporalmente por alguna sanción o siniestro o reconstrucción de su escenario como recientemente ocurrió”, comentó Neme.

Agregó: “Cambiar de nombre no es convencional y descarto que clubes como Emelec, Barcelona, El Nacional o al mismo Aucas se les ocurra hacerlo. El nombre es la marca y estos clubes ya la tienen posicionada. En consecuencia, responden a cientos de miles de aficionados y en algunos casos a millones de simpatizantes”.

“Ni a Emelec ni a Barcelona, Boca, River Plate o América de México se les ocurriría perder un activo intangible y tal vez de los más importantes como su marca. Dicho de otra manera, su nombre tradicional es el que los conecta a sus fanáticos”.

Para Álvarez, “si bien es cierto que Barcelona es Ecuador, y es local a donde vaya por tener la mayor hinchada del país, también es Guayaquil. Es parte del orgullo del guayaquileño y nos representa, así que es imposible que cambie de ciudad como lo hizo Morelia”.

El canario añade: “Peor un cambio de nombre, más allá de cualquier situación comercial o de 'marketing', el nombre no se cambia. Los socios no lo permitirían nunca y nosotros, como directivos, tampoco. En algún momento se habló de cambiar el actual escudo por el primero, lo cual no debe ser así. Los dos escudos existen y el principal es el histórico”.

Para Neme, “el caso de México es muy especial. Los clubes forman parte de grupos empresariales, son todos o casi todos sociedades anónimas. Morelia cambia el nombre y también su lugar de influencia y eso responde a estrategias comerciales exclusivamente. Eso es totalmente imposible en equipos como Tigres de Monterrey, el Monterrey, América, o Chivas de Guadalajara”.

En el país, Espoli, club sin identidad, jugó como local en varias ciudades porque en Quito no interesaba. Y el Carmen Mora, de Machala, pasó a llamarse Bonita Banana. (D)

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