Una imagen icónica de Carlos Luis Morales lo retrata de rodillas y celebrando a todo pulmón lo que mejor hacía: Atajar penales. Fue un momento de gloria con Barcelona SC, en el estadio Monumental, la noche del 12 de septiembre de 1990.
El otro protagonista de esa historia no sale en la foto, baja la cabeza y se retira del área tras haber fallado el remate. Es José Serrizuela, zaguero argentino que con la camiseta de River Plate no pudo vencer a Pestañita en una serie de penales (4-3) que puso a los toreros en su primera final de Copa Libertadores. En la ida, Morales había atajado un primer penal al argentino en el Monumental de Núñez.
“Golpeado” por el fallecimiento de Morales, Serrizuela contó a Mundo Deportivo lo que fue ese penal errado, su salida de River, y una charla cuatro años después con el golero ecuatoriano, como compañeros en Independiente de Avellaneda.
“No había pasado un buen momento por ese tiempo. Venía de una concentración larga en el mundial (Italia, 1990). Tuve suerte de patear penales en definiciones con la selección, siempre iba muy concentrado, pero en ese momento ya tenía problemas con Daniel Pasarella (DT de River), por eso luego de ese partido me terminé yendo del equipo. No llegaba bien, mi cabeza no estaba bien, pero la psicología de Morales, porque era muy bueno en eso, le permitió leer todo y consiguió atajar el penal”, contó Serrizuela.
Cuatro años después volvieron a encontrarse en Independiente, donde juntos obtuvieron el título local y la Supercopa Sudamericana, ahí nació una buena amistad, Morales llegó bien al grupo.
Ese plantel buscó mantener aquella unión y en el último mes por la pandemia del coronavirus se conformó un chat de Whatsapp, al que el ecuatoriano no llegó a sumarse.
“Buscábamos su contacto, pero nos llegó esta novedad, fue una tristeza enorme para el grupo, una más de las duras que hemos pasado porque perdimos recién a Carlos Squeo, ayudante de campo de Miguel Ángel Brindisi, y hace poco también a Walter Parodi. Lo de Pestañita golpeó mucho porque era muy querido”, dijo el argentino.
De su paso por Avellaneda, Serrizuela recuerda que “siempre Morales atajaba penales, era impresionante”, apuntó.
En una charla, después de un entrenamiento, Serrizuela volvió a aquella noche de 1990 en el Monumental, buscaba aclarar las dudas que quedaron de ese momento frente a Morales, penal errado que encaminó a los toreros a ganar la serie.
“Quería saber que pensó en el penal y me respondió que yo no tenía otro lugar que patear más que al medio, que si lo tiraba a la izquierda y me atajaba de nuevo como en Argentina me iban a caer todas las críticas y seguro pensaba que se lanzaba a la derecha, que yo dudé, que pasó tiempo para la ejecución y que por eso se quedó parado. Le dije que eso era lo mismo que había pensado yo”.
En Avellaneda, Morales alternaba en el arco con Luis Islas, “pero cada vez que le tocaba jugar había un penal y lo atajaba, era impresionante como resolvía esa situación, era un verdadero atajador de penales. En los entrenamientos, cuando pateábamos penales, me los seguía atajando”, dijo Serrizuela.
El argentino reveló también que nuca le aposto nada a Morales en los penales. “Me costaba marcar, no le había apostado nunca porque él era muy bueno en eso, yo era un pateador fuerte, elegía un lugar y pegaba duro, pero me costaba con Pestañita, era buen atajador, era una gran virtud suya”, comentó.
Serrizuela guarda gratos recueros con Morales, de su llegada a Independiente. "Era un grupo bárbaro el que conformamos entre 1993 y 1996, Morales llegó en 1994 el año máximo porque ganamos el torneo local y conseguimos la Supercopa, que en ese momento fue la única copa que le faltaba a Independiente. Saber de su muerte fue una noticia muy triste, lamentablemente no llegamos a tenerlo en el chat. Como él, nos faltaban algunos compañeros", concluyó. (D)