La noche del sábado no fue la noche de Peter Quillin. Luego de que perdiera su cinturón de peso medio de la Organización Mundial de Boxeo por negarse a enfrentar a Matt Korobov el año pasado. Aunque era la mayor bolsa a la que hubiera accedido en ese momento, la rechazó. Con el tiempo se supo que anímicamente no estaba en condiciones de enfrentar a Korobov.
Luego perdió la oportunidad de conseguir de regreso el campeonato que le perteneció, debido a que en la pelea contra Andy Lee, no pudo conseguir el triunfo. El irlandés se negó a perder el campeonato y la pelea terminó en empate.
Una vez que se cerró la posibilidad de pelear con Daniel Jacobs, Quillin se mostró seguro de detener al neoyorquino. Sin embargo, el plan de Jacobs era totalmente diferente.
Aun cuando Quillin mostró algunos videos demostrando su gran preparación, nada lo puso en advertencia respecto a lo que le pasaría una vez compartieran el ring.
Jacobs fue preciso veloz y persistente.
Quillin fue sorprendido y no pudo meter las manos.
Una vez iniciada la pelea, Jacobs se lanzó al ataque y con un volado fue capaz de abrir la guardia, cual puerta, y no permitió que Quillin la cerrara de nuevo.
Una tras otro, los golpes entraron en la cara y cuerpo de Quillin, sin que pudiera responder al ataque, de pie por puro reflejo pero sin capacidad para mantener la batalla.
Aunque el referi intervino un par de veces para evitar el enganche, a la hora de retomar el control, fue Jacobs quien presentó el mejor ataque y siempre fue preciso, de modo que Quillin no vio de dónde le cayó la lluvia.
La segunda vez que el réferi intervino, Quillin caminó tras el oficial de ring, se tambaleó, una pierna se le dobló pero no cayó, se puso en guardia, pero su mirada estaba muy lejos de ese lugar.
Cuando el réferi volteó a verlo, notó que estaba perdido y prefirió detener la pelea.
Al final sólo hubo palabras entre este par de hombres.
-Lo amo (a Peter) es un gran hombro, lo conozco desde que estuvimos en los Guantes de Oro, conozco a su padre… Es un gran chico, pero esta era mi noche.- comentó Jacobs.
-Esta vez me tocó perder, y ¿quién mejora para perder que este hombre? Si debía perder, que bueno que fue contra él.- mencionó Quillin, quien además perdió su marca invicta.
Ahora Jacobs se muestra como un gran campeón, de pegada muy respetable. ¿Será que está preparado para enfrentar a Golovkin?