Máximo Banguera reveló varios detalles sobre el fracaso de la selección de Ecuador, al mando del técnico argentino-boliviano Gustavo Quinteros, en las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. También de los impases con Carlos Villacís, quien asumió la presidencia de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) tras la salida de Luis Chiriboga por la investigación de lavado de activos, por la que fue condenado y ahora se encuentra libre.
Quinteros empezó las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018 con cuatro victorias seguidas (una de ellas contra Argentina, en Buenos Aires) en las jornadas jugadas en el 2015, pero no es real que recién en las últimas fechas todo se vino abajo para la Selección, el derrumbe fue inmediato: en los cuatro siguientes compromisos, ya en el 2016, con el argentino, la Tricolor obtuvo un punto de doce posibles luego de tres derrotas y un empate (en Quito fue 2-2 con Paraguay y paliza sufrida 3-0 con Brasil). En el 2017, el entrenador fue relevado por Jorge Célico para los dos juegos premundialistas finales. En su salida, Quinteros mantiene que él no fue el culpable.
“Se tomaron decisiones muy dudosas”, “le cortaron a mucha gente la ilusión”, “no se me dio la oportunidad de seguir”, “convocaron jugadores que no tenían experiencia de nada”, “se dio por perdido teniendo muchas posibilidades”, “se podía ganar en Chile y le podíamos ganar a Argentina”, se quejó la semana anterior Quinteros. No hubo autocrítica.
El domingo pasado, Máximo Banguera, arquero suplente en el malogrado proceso rumbo a Rusia, dio pistas de las razones por las que no se clasificó.
“Son patadas de ahogado. Es una pena cuando no se reconocen los errores. Gustavo es un excelente técnico, pero se le fue el grupo de las manos. Eso no se hizo público porque eran los jugadores de él (a los que había dirigido en el Emelec bicampeón del 2013-2014). Con cuatro partidos ya estábamos casi clasificados al Mundial, pero se le fue el grupo de las manos por tener ese ego tan arriba; (Quinteros) murió con la de él. A mí la gente me pedía (de titular), pero no me puso y me mandó a que en Brasil me maten (2-0). Alexander Domínguez no debió salir de la titularidad como salió”, dijo Banguera.
Según el hoy guardameta de El Nacional, la responsabilidad de haber desperdiciado un exitoso e inédito arranque en la eliminatoria también recae en Carlos Villacís, expresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que en marzo del 2016 sucedió a Luis Chiriboga, quien enfrentaba líos legales por corrupción con la justicia del país y la de Estados Unidos.
“Después pasaron problemas dirigenciales, el cambio de Chiriboga a Villacís y la forma de tratar. No te digo que te traten bonito, pero sí con conocimiento. Pasaron muchos problemas y el de arriba se da cuenta”, dijo en el programa Un rato ameno, transmitido por Facebook.
Banguera ratificó lo que han dejado entrever otros seleccionados de la época: había una mala relación con Villacís, el grupo no lo soportaba.
Según el portero, “hay gente que sabe mucho de fútbol y otra que sabe de empresas. No es lo mismo. Somos gente que viene de familias muy pobres. A mí no me gusta que un dirigente trate mal a un utilero o a alguien de cocina. Ahí te das cuenta de cuándo un dirigente no va a llegar lejos, se alimentan los resentimientos”.
Agregó: “Chiriboga era una persona que hablaba con todo el mundo. Villacís solo hablaba de sus camaroneras, y nosotros qué sabemos de camarones. Una vez estábamos en Estados Unidos y había una rueda de prensa y el administrador del hotel dijo que nos pondría en una sala más pequeña. Pero Villacís hizo llamar al administrador y le dijo que si se cabreaba, compraba el hotel con toda la gente adentro. Ese rato lo tomas a broma, pero tú ya te das cuenta de cómo es”.
Y sobre Villacís, a quien en abril del 2017 Quinteros llamó “incapaz”, Banguera añadió: “Siempre he sido molestoso y le decía (al presidente de la FEF) que Antonio Valencia y Felipe Caicedo lo iban a dejar en la quiebra. Él respondía que no nos preocupáramos por plata, que hacía una llamada y conseguía $2 millones. Había compañeros que le cogieron fastidio por su forma de ser. No lo podían ni ver, se paraban y se iban cuando lo veían, y eso que estábamos comiendo”.
Y del caso de indisciplina en el piso 17, en la Copa América 2019, dijo: “La convocatoria es hasta el partido final. Después, muchos jugadores se quedan de vacaciones o pueden hacer lo que quieran”. (D)