Con una sonrisa de satisfacción y pleno de orgullo uno de los presidentes de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, destituido por sus compañeros de directiva por falta de transparencia, versiones falsas del manejo institucional, según la resolución que lo bajó la rica cabalgadura que ostentaba, anunció hace unas horas que el entrenador de la Selección, Jordi Cruyff, había resuelto poner fin a sus ‘vacaciones’ pagadas y volver al Ecuador, del que se despidió el 13 de marzo pasado, sin permiso del directorio de la FEF, a la que ha cobrado al menos $1 millón sin trabajar.
Los futbolistas nacionales no lo conocen, a excepción de unos cuantos que juegan en Europa y uno que otro que lo hace en México, con los que ha conversado por teléfono, alegando que no podía viajar a ninguna parte por temor al contagio del coronavirus, pero siempre cumplidor de sus obligaciones periodísticas en Cataluña y sin dejar de visitar los bancos para constatar que el siempre generoso (con los dineros de la Ecuafútbol) Francisco Egas le enviaba los giros suculentos pactados por un contrato que el mentado Cruyff no cumplía. ¿Cómo así ha decidido regresar a Quito cuando la pandemia ha rebasado la capacidad hospitalaria y amenaza seguir creciendo en su aterradora mortalidad?
Hablemos claro: Cruyff estaba esperando que Barcelona firmara un arreglo con su exestrella Xavi Hernández para que volviera al club catalán como DT y estaba palanqueándose el cargo de director deportivo. Pero el célebre Xavi acaba de renovar por un año con el Al Sadd, de Catar, y don Jordi, para no quedarse sin pan ni pedazo, no ha tenido más remedio que anunciar su vuelta al país que solo lo conoce por la estrafalaria y farandulesca presentación que le hicieron el 13 enero en Quito y que, según publicó diario El Comercio (28 de abril pasado, que recoge una denuncia de Jaime Estrada), habría costado $200 000.
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Después del FifaGate el mundo, horrorizado por los actos delictivos de los dirigentes, entre los que estaban todos los del Comité Ejecutivo de Conmebol, miró esperanzado hacia las nuevas autoridades encabezadas por Gianni Infantino. Nicolás Leoz fue fumigado de Conmebol, pero tras suyo vinieron Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout. El primero fue extraditado desde Suiza a Uruguay por el escándalo de los sobornos. Napout fue extraditado a Estados Unidos y fue condenado por el mismo delito a nueve años de cárcel.
Época turbulenta
Fue así como surgió en el turbio mundo Conmebol el actual presidente Alejandro Domínguez Wilson-Smith, llevado de la mano por Napout, quien lo hizo presidente de la Asociación Paraguaya y lo sucedió luego a la cabeza de Conmebol. En la turbulenta época de Leoz, quien falleció estando en prisión domiciliaria, acusado en Estados Unidos de organización mafiosa, fraude masivo y blanqueo de dinero, los miembros del Comité Ejecutivo –formado por los presidentes de las federaciones nacionales– acordaron pagarse $10 000 mensuales por no hacer nada, pues se reunían a lo más cada mes, dado que todas las decisiones en el fútbol sudamericano las tomaban Leoz y Julio Grondona, el todopoderoso presidente de la Asociación Argentina de Fútbol.
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Quienes conocen a Alejandro Domínguez –entre ellos el exarquero José Luis Chilavert, su tenaz crítico– lo descalifican y acusan de despilfarro de los cuantiosos recursos de Conmebol, cuyos dueños son los clubes de fútbol y son los que menos reciben. “Como empresario del sector privado quebró todas las empresas de comunicaciones (Grupo Nación) que la familia Domínguez (a través del exitoso expresidente del Club Olimpia Osvaldo Domínguez Dibb) había formado”, dice un importante diario digital argentino (https://minutonoticias.com.ar/noticias/la-conmebol-millonaria-N21547).
Dirigentes enriquecidos
Si la ‘Era Leoz’ fue la de los sobornos, la de Domínguez es la del enriquecimiento dirigencial, los lujos asiáticos y el boato. Sus críticos dicen que para mantener la adhesión de sus cofrades elevó el sueldo de estos a $20 000 mensuales. El sueldo mensual de Domínguez sería, según filtraciones de Conmebol, de $55 000, “más un bono (?) de $500 000 por año. Adicionalmente percibe su salario de FIFA como vicepresidente de la organización mundial y como presidente de la Comisión de Finanzas de dicho organismo, con lo cual su sueldo mensual estaría rondando los $130 000”, según asevera Minuto Noticias.
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Ni hablar de sus amigos y parientes en la planilla burocrática de Conmebol, tal como lo ha denunciado el diario digital argentino el pasado viernes: “Mario Zanotti Cavazzoni, ex-CEO de la Multinacional Millicom y de la compañía telefónica TIGO, es asesor de marketing y estrategias comerciales de la Conmebol, con un sueldo de $30 000 al mes. Zanotti vive en Miami (EE. UU.) y las veces que viaja a Paraguay lo hace en business class teniendo en el país guaraní un vehículo de lujo y chofer a disposición las 24 horas (...). José Manuel Astigarraga, otro ex-TIGO (...), es secretario general de la Conmebol, cargo que ocupa actualmente con un salario de $30 000 más un bono anual de $100 000, según fuentes altamente confiables”. Eson son solo dos breves ejemplos, pues la lista es larga.
Salarios de presidentes
Y eso no es todo. Antonio Pintos, periodista uruguayo, aseveró en una emisora charrúa cuánto dinero estarían recibiendo este mes de julio del 2020 como ‘sueldo’ los presidentes de las federaciones que pertenecen a la Confederación Sudamericana de Fútbol. “Este nuevo presidente (de la Conmebol), Alejandro Domínguez, ha querido transparentar las cosas, pero los papeles se tienen que mostrar siempre”, empezó por manifestar Antonio Pintos en declaraciones efectuadas en Radio Ovación, de Montevideo, las que le están dando vuelta a toda Sudamérica y se han convertido en virales rápidamente en redes sociales.
“A mí no me interesa cuánto gane un jugador o dirigente, pero me pregunto si es dable que un presidente de una federación pueda ganar hasta $100 000, viendo actualmente cómo están los diversos clubes del continente. El tema es claro”, reflexionó el periodista charrúa. “Hoy en día los presidentes de las diferentes federaciones (de Sudamérica) tienen una remuneración de $44 000 y eso ocurre desde hace seis u ocho meses”, comentó posteriormente (ver revista Estadio del 13 de octubre de 2018), revelando una cifra mucho mayor a los $10 000 que se pensaba que ganaban mensualmente los diez presidentes de las federaciones que pertenecen a la Conmebol.
¿Será por eso que lucha tanto Francisco Egas por quedarse donde no lo quieren? ¿Y de quién aprendió eso de los sueldos millonarios fijados a Jordi Cruyff, Antonio Cordón y Gustavo Silikovich, secretario general de la Ecuafútbol? (O)