Mario Salas, DT de Alianza Lima, reclamó airadamente un penal por la mano de un defensa venezolano en el área del Estudiantes de Mérida.
El árbitro interpretó que la acción no era para castigarse con un penal y por ello pidió que el juego continúe. Esta decisión no gustó nada al técnico de Alianza Lima que comenzó a reclamar airadamente.
Para ese entonces, Alianza Lima empataba ya 2-2 con Estudiantes de Mérida. Lastimosamente para el club peruano, un penal sobre el final acabó dando el triunfo por 3-2 al equipo venezolano.