Fue un histórico golpe de autoridad el título conseguido por la ecuatoriana Miryam Núñez, que sorprendió en las carreteras de la potencia sudamericana del ciclismo para quedarse con la corona de la Vuelta a Colombia Femenina, que este noviembre celebró su quinta edición. La riobambeña de 26 años dominó en la clasificación general y se quedó con el maillot naranja, en la segunda ocasión que una corredora extranjera es la campeona de la prueba.
¿Cómo se dio su inscripción para la Vuelta a Colombia?
Después de correr en México, en 2019, tuve acercamientos con gente conocida del equipo (colombiano) Liro Sport-Alcaldía La Vega. Ya había estado antes con ellos en otras competencias. Había corrido como gregaria, pero esta vez pude estar como líder del equipo. Tuve esa confianza de todo el grupo, me respaldaron y lo aproveché bien. Los resultados se dieron y logramos conseguir este título.
¿Cuáles fueron las claves para alcanzar el triunfo?
Lo fundamental, el trabajo de equipo (cuatro integrantes), pero también reponerse a las adversidades, porque una chica sufrió una dura caída y sin ella sorteamos las etapas más duras. Tuvimos buena comunicación con el grupo, sobre todo con el técnico Alexander Soler en la contrarreloj, en la segunda etapa, cuando tomaos la punta.
¿Cómo define el nivel de competencia en la prueba?
Pude correr en Estados Unidos y México (2019) con el Swapit-Agólico. Allá el nivel es bueno, pero en Colombia es mucho más competitivo, más fuerte, de más roce, con chicas que ya han tenido rodaje por Europa.
¿Cuánto ayuda ese roce en este tipo de carreras para su crecimiento profesional?
Muchísimo. Estar con las mejores de Sudamérica es para crecer, y por lo expuesto en Colombia me deja ver que puedo estar al mejor nivel y que estoy para correr también en Europa.
¿Ese es el siguiente paso?
Sí. Estamos analizando posibilidades, hay conversaciones; es una ilusión que tengo, pero hay que ir paso a paso. Veremos lo que sea mejor para mi desarrollo profesional y sobre todo lo mejor para seguir destacando a nombre de Ecuador.
De darse el paso, ¿Cuál país sería su destino ideal?
Creo que lo mejor para un crecimiento personal y profesional sería ir a Italia o España, son buenas plazas para abrirse camino en Europa. El anhelo es llegar a un equipo profesional. Sé que lo puedo hacer, confío en mi capacidad y en lo que pueda hacer con mi entrenador, Washington Vargas.
¿Cómo sobrellevó la paralización por la pandemia y cuánto afectó a su preparación?
Fue muy difícil tratar de no perder el ritmo que pude alcanzar de la temporada anterior, porque correr ya como profesional es ganar mucho en nivel de competencia y la forma física. Además, tenía competencias en mi calendario, especialmente una de ciclismo de montaña que debía diputar en Sudáfrica. Pero todo eso quedó de lado, cambió el mundo, el deporte y particularmente mi planificación. Buscaba alternativas para mantener el estado físico, hacía rodillo en casa, salía a correr en la madrugada, cualquier cosa era buena en esos momentos.
Destaca en dos modalidades, ¿Cómo maneja la preparación?
La bicicleta es mi pasión y estilo de vida. Corro en ruta y montaña, al principio pensé que me complicaría pero no he tenido problema, los podios lo demuestran. Fui segunda en el Panamericano de Cross Country Eliminator (abril, 2019), campeona de la Copa Latinoamericana en Perú, segunda y tercera en Brasil; y soy campeona nacional de ruta y contrarreloj.
¿Cómo califica el nivel del ciclismo femenino en Ecuador?
Por el género es complicado. Ojalá con este logro pueda ser ejemplo para la mujer ecuatoriana. Incentivar a que hagan deporte, que se pueda masificar el ciclismo y por qué no, soñar con la conformación de un equipo femenino. Me ha tocado correr en pruebas con hombres para poder mejorar mi nivel y conseguir estos objetivos. Ojalá, a largo plazo, se lograra un equipo femenino, que sea formativo, que ayude a las chicas a dar el salto de calidad.
¿Qué le representa el conseguir el título en Colombia?
Este triunfo significa muchísimo. Es cumplir un sueño, ver plasmados los anhelos y el esfuerzo de diez años de trabajo, de entrega y perseverancia en este lindo deporte. Hay mucha satisfacción por haber ganado, por eso va en honor a las mujeres ecuatorianas, fuertes, guerreras. Espero que este triunfo sea el mensaje para que vean que se puede lograr, que se pueden vencer las adversidades.
Después de la chilena Aranza Villalón (2019) usted es la segunda ciclista extranjera en ganar la Vuelta a Colombia. ¿Cómo fue visto allá su triunfo?
Fue una sorpresa para todos, para corredoras y la organización. No estaba entre las favoritas. Planificamos con el equipo, yo sabía que podía pelear y las cosas fueron para bien. Eso me ayuda para darme a conocer y también abrir más caminos.
Nairo Quintana (Team Arkéa-Samsic) estuvo durante la ceremonia de premiación, ¿Qué pudo hablar con él?
Fue un momento muy lindo, emocionante. Un campeón con mucha sencillez. Hablamos un rato y pude recibir sus felicitaciones. Me dijo: “Miryam, este es el inicio de muchas cosas buenas para ti”. De eso no me voy a olvidar nunca, fueron lindas palabras, lo tendré presente en todo momento. Lo voy a llevar en el corazón siempre.
¿Qué viene para lo que resta de esta temporada 2020?
Tenemos previstas tres carreras entre este mes y diciembre, con eso cerraremos el año. Lo siguiente será planificar con mi entrenador el 2021.
¿Hay posibilidad de participar en Juegos Olímpicos?
Espero que sí. Ojalá se pueda dar, pero tenemos que esperar hasta febrero o marzo. Los puntos sumados en la Vuelta a Colombia pueden ayudar. Esta fue la primera carrera internacional después de la pandemia, eso puede provocar cambios, solo queda esperar. Si no se da, seguiremos luchando con más ganas para hacer un buen ciclo olímpico y asegurar un cupo para los siguientes juegos. (D)