Emiliano Linares es meticuloso. Pensante. Su deporte base es la lucha olímpica y en el camino incorporó el boxeo, jiu-jitsu, grappling y aditamentos técnicos que requiere un exponente de las artes marciales mixtas (MMA). Ya tiene la etiqueta de ser “el próximo Chito Vera”. Pero no presume de aquello, más bien asume ese reto como “una responsabilidad y un honor”. Linares (23 años) también deja claro que él está labrando su propia carrera hacia las metas más importantes del mundo de las MMA. Uno de sus objetivos inalterables, en 2021 o 2022, es tocar la puerta de UFC (Ultimate Fighting Championship). El guayaquileño revela, en charla con EL UNIVERSO, que en febrero iniciará un campamento en el Bonebreakers, en México, para alcanzar su máximo nivel.
Se asegura con fuerza que usted va a ser el siguiente peleador ecuatoriano en UFC.
Hasta el momento el camino ha sido muy duro y aún falta mucho por recorrer. A inicios de este año tuve una pelea en Panamá, mi última en UCC, y en esa misma pelea sufrí una fractura que me dejó imposibilitado por algunos meses. Incluso se decía que no iba a volver a pelear este año. Pero me recuperé... Ser catalogado como el siguiente UFC ecuatoriano es una responsabilidad muy grande, aparte un honor también ser considerado así. Hay que rellenar los zapatos, ponerse la camiseta y trabajar muy duro para eso. Espero en 2021, o en un no tan lejano 2022, tocar las puertas de UFC.
¿Le inquieta que se lo califique como el siguiente Chito Vera?
Yo creo que cada persona pone su toque. Chito es el máximo referente del MMA en el país. Se ha ganado el respeto y cariño de todo el público ecuatoriano; mi respeto total porque es parte del Team Predador. Es nuestro mayor ejemplo, nuestro mayor referente, nuestra motivación. Tratamos de seguir sus pasos, pero también poniendo nuestros propios toques al momento de pelear. Nosotros tenemos nuestra preparación, tal vez es un poco más complicado, porque como saben las MMA aún sigue en crecimiento, nos seguimos culturizando sobre este tema deportivo en el país.
¿Qué predica Marlon Vera cuando viene de visita al país?
El mejor consejo que nos ha dado es que salgamos de nuestra zona de confort de nuestro país. Que buscquemos nuestro futuro afuera, en países como México o Estados Unidos, donde hay competitividad y hay esta cultura de MMA. Por ejemplo, el quiteño Alberto Jarrín (el verdugo de Linares en la pelea por el cinturón de los 66 kg en la estelar de QFC 11, el 18 de diciembre en la capital) estuvo haciendo preparación en México. Chito Vera ha hecho bastante promover ese tema, nos está preparando el camino y nos está abriendo las puertas.
Cuando usted se iniciaba en el MMA chocó precisamente con Jarrín, ¿qué ha incorporado a su trabajo para ser visto como el futuro crédito nacional en ligas como UFC, Bellator, One Championship o Lux Fight League?
Mi deporte base es la lucha olímpica, pero no me gusta encasillarse en ningún estilo. Estoy listo para cualquier tipo de escenario que se me presente en la pelea; en cualquier ambiente. Me gusta mucho el intercambio, el striking, el boxeo, las patadas, siempre avanzar, ir hacia adelante, ir al choque.
Sabemos que usted se graduó de técnico superior en enfermería. ¿No ha considerado seguir los estudios y pelear?
Tengo ese título, pero dejé en pausa el tema de la licenciatura por el tema de las artes marciales mixtas, que me están regalando muchas alegrías y a mi familia también. Por qué no soñar con ganar un cinturón de Lux Fight League de Combate Américas, ya que tenemos esa posibilidad el próximo año, cuando pueda ir a tierras mexicanas a pelear por ese sueño.
Su agente, Julio Molina, se muestra muy seguro de que usted es un peleador más completo y México será su catapulta a las ligas superiores.
Bonebreakers es uno de los mejores campamentos de Latinoamérica y lo maneja Dodger Montaño. Allí hay muchos otros competidores activos y campeones y posibles retadores a los cinturones de Combate Américas y de LUX Fight League (ligas mexicanas más importantes después de UFC). (D)