Él se siente feliz cada vez que anota un gol –situación no tan frecuente al ser volante–, pero los famosos, seguramente, se ponen a temblar. Leyenda urbana o no, lo cierto es que cada vez que el mediocampista del Arsenal Aaron Ramsey vence a un arquero rival un personaje mediático pierde la vida a las pocas horas.
La última víctima de esta ‘maldición’ es nada menos que el actor británico Alan Rickman, conocido por su interpretación del profesor Severus Snape en la saga cinematográfica de Harry Potter. Como se recuerda, el jugador también capitán de Gales anotó el miércoles en el empate a tres con Liverpool en Anfield Road.
Además, el sábado celebró ante el Sunderland y al día siguiente falleció el genial cantante David Bowie. La primera vez que se estableció esta macabra relación fue el 1º de mayo del 2011, cuando el volante marcó ante el Manchester United y a las pocas horas se supo de la muerte de Osama Bin Laden. Entre sus víctimas figuran Steve Jobs, Muammar Gaddafi, Whitney Houston, Chavela Vargas, Ken Norton, Paul Walker, Robin Williams, Richard Attenborough, Eduardo Galeano y Günter Grass.