Nunca, en una eliminatoria por el título, el Unicaja le había ganado el cuarto partido al Barcelona. El viernes lo logró por vez primera (77-66), empató la semifinal (2-2) y trasladó la presión al Palau Blaugrana, donde los hombres de Xavi Pascual se jugarán esta tarde, a cara o cruz, el estar en su novena final consecutiva ante un rival que nunca le ha ganado un quinto partido de playoff.
No se trata de perder una ventaja de 2-0, sino de cómo se perdió, especialmente en el cuarto partido, donde los azulgrana lograron su segundo peor resultado ofensivo de la temporada: cedieron 18 rebotes ofensivos y estuvieron fatal en triples (5 de 31).
Sólo Satoransky, Marcelinho y Tomic parecen seguir a un alto nivel frente a un Unicaja en rebeldía en el que Toolson y Granger han vuelto por sus fueros y Fran Vázquez y Suárez dominan totalmente el rebote, pero el factor Palau será el juez.