Ronaldinho sigue con su vida de rock-star en todo el mundo y el viernes por la tarde, el futbolista de 35 años se enfundó la camiseta del Barcelona de Guayaquil en un evento más que impresionante solo para recibirlo.
Pero aunque no lo crean, ni la gran fiesta, ni el resultado, ni el debut mismo fueron la gran noticia de la noche.
Ronaldinho dio un autógrafo en pleno partido y fue al árbitro central, Daniel Salazar, quien uso su tarjeta amarilla como lienzo para plasmar la firma del crack brasileño.
Los dirigentes del club firmaron con Ronaldinho su presencia en el partido amistoso. La apuesta fue buena porque las ganancias se multiplicaron, e incluso los árbitros no pudieron resistirse al aura del Balón de Oro de 2005.