En lo que va del 2022, los equipos de la Liga 1 que compiten en la Copa Libertadores y Copa Sudamericana han jugado un total de ocho partidos por la fase de grupos de ambos torneos, en los cuales apenas registran dos victorias. De estos triunfos, solo uno se logró en condición de visitante, curiosamente de parte del club del que probablemente menos se esperaba: Ayacucho FC.
Los zorros ya habían dejado buenas impresiones en su debut ante Sao Paulo. Pese a jugar en Lima, lejos de la altura de Cusco que esperaban convertir en una aliada, el cuadro de Alejandro Apud le plantó cara al multicampeón brasileño, que solo sobre el final pudo ganar a través de un penal que decretó el 2-3 definitivo.
Para la segunda jornada, el cuadro sureño logró sacarse la espina por el punto que dejó escapar en casa. Ante Jorge Wilstermann en Cochabamba, Ayacucho dio un golpe de autoridad para vencer con justicia por 0-2 y celebrar de esta forma sus primeros tres puntos en el extranjero por competencias internacionales.
Wilstermann y Ayacucho forman parte del grupo D de la Sudamericana. Foto: Conmebol Sudamericana
PUEDES VER: Barcelona eliminado de la Europa League: perdió en el Camp Nou contra Eintracht Frankfurt
Francisco Duclós inició a los 9 minutos el camino de la victoria que se selló con el tanto de Cristian Techera, el mejor jugador en el plantel ayacuchano y uno de los más destacados también en lo que va del campeonato peruano esta temporada. El uruguayo, con cinco tantos en la Liga 1 y tres en la Sudamericana, además de cuatro asistencias entre ambos torneos, se consolida poco a poco como el mejor fichaje del año en el balompié local.
Ni Alianza, Cristal o Melgar pudieron
El éxito de Ayacucho fuera de tierras peruanas se produjo pocas horas después de la segunda derrota peruana en Chile. Más temprano, ese mismo miércoles, Alianza Lima se vio superado por un Colo Colo que erró innumerables chances, pero que aun así lo derrotó por 2-1 en la Libertadores.
Un día antes, Sporting Cristal también había sucumbido en Santiago frente a la U. Católica, aunque a diferencia de los blanquiazules ofreció más pelea e incluso superó a su rival en algún tramo del cotejo. Su perdición fue la falta de eficacia y una controvertida decisión del árbitro que le sancionó un penal en contra en los minutos finales.
Al contrario de Ayacucho, que ganó en Bolivia, Alianza y Cristal perdieron en Chile. Foto: composición/EFE
PUEDES VER: Leyendas colombianas se quiebran en vivo al enterarse del deceso de Freddy Rincón
El caso de Melgar es distinto, ya que el Dominó sí pudo ganar su segundo partido, pero había perdido por el debut ante Cuiabá en Brasil. Lo más doloroso de aquel tropiezo fue que los arequipeños fallaron numerosas chances en el primer tiempo, errores que pagaron caro en el segundo al recibir dos goles en los últimos 20 minutos.
La importancia del juego ganado por Ayacucho va más allá de simplemente haberle permitido romper su propia sequía de triunfos en el plano continental. Desde hace casi un año, ningún conjunto peruano había logrado traerse tres puntos de sus incursiones al exterior más que Melgar, que en abril del 2021 se impuso a Metropolitanos en Venezuela por la primera fecha de la Copa Sudamericana.
En Libertadores, el saldo es mucho peor: desde el 2019, cuando un Cristal ya eliminado venció 1-0 a Olimpia en Paraguay, no se registra otro triunfo fuera de casa para un representante de la Liga 1. Y, dada la tendencia vista en temporadas recientes, no parece que tal resultado se vaya a producir pronto.
PUEDES VER: “Decepción mayúscula”: reacción de la prensa internacional sobre la eliminación del Barcelona
¿Qué le espera a Ayacucho FC?
Con su ‘maleficio’ ya en el pasado, el siguiente reto del club ayacuchano será luchar hasta el final para clasificar a octavos en un grupo donde Sao Paulo es el gran favorito.
Para ilusionarse con dar la sorpresa, los zorros tienen una cita ante Everton de Viña del Mar, salida por la cual existe mucha expectativa tras lo sucedido en Bolivia. Posteriormente, tendrá que asegurar los puntos de sus dos cotejos de local y por último aventurarse a Brasil en busca de una hazaña.