Dos palabras le dijo Vinícius Junior a Florentino Pérez antes de la final. Dos palabras. “Ganamos seguro”, fue su respuesta cuando el presidente del Real Madrid quiso saber cómo se sentía una de sus estrellas previo a la final. Pero esta vez, el brasileño de sonrisa amplia -Ronaldinho Style- no era más ese regateador incansable al que se le apagaba el wifi cada vez que estaba cerca al arco rival. Esta vez, frente al “míster”, estaba parado uno de los futbolistas más determinantes de Europa: 21 goles y 20 asistencias hasta antes del duelo ante Liverpool.
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Su gol, con el que batió un récord de Lionel Messi como el jugador más joven en anotar en una final de Champions, no llegó tras una jugada individual dejando como conos a defensores rivales. Llegó luego de un disparo/centro del uruguayo Federico Valverde. ‘Vini’ se vistió de killer, de ‘9′ que conoce el área rival como el patio de su casa, para solo tocar el balón y mandarla a guardar.
El beso al escudo mientras corría donde estaban sus compañeros suplentes y levantaba el dedo como diciendo presente. El abrazo con todos y la sonrisa interminable que seguro ya es póster en algunos hogares madridistas. “Creo que todavía no tengo noción de lo que he hecho hoy”, dijo al finalizar el partido. ¿Qué hizo? Nada menos que entrar en la historia de un gigante como el Real Madrid.
Aquel jovencito de 16 años que aún no debutaba en el Flamengo pero ya había sido comprado por el Real Madrid por 50 millones de dólares, hoy es uno de los grandes héroes de la decimocuarta Champions League conseguida por el cuadro merengue. Si no fuera por las milagrosas atajadas de Thibaut Courtois, el brasileño tal vez no estaría en la cima. Pero la comparte y es feliz haciéndolo.
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