En el fútbol la cosa es muy simple, para campeonar hay que ganar. Sin embargo, en el fútbol peruano hubo un año con un final tan insólito que le provocó un dilema al equipo que estaba a punto de salir campeón. Estamos hablando de la Universidad San Martín en el 2008.
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Los ‘santos’ habían salido campeones en el año 2007. Ganaron el Apertura y como Bolognesi, ganador del Clausura, no estuvo entre los 7 primeros del primer torneo, la USMP se proclamó campeón sin necesidad de una final.
El equipo del ‘Chino’ Rivera quiso repetir el plato en el 2008. Tras un arrollador Torneo Clausura, los de Santa Anita ya se sabían ganadores con tres fechas de anticipación, solo debían esperar que Universitario de Deportes (ganador del Apertura) no entren los 7 primeros del Clausura para lograr el bicampeonato de manera directa.
Lo que no esperaban en la San Martín es que ellos podían tener incidencia directa en las posibilidades de Universitario.
¿Perder para campeonar?
Universitario de Deportes necesitaba llegar al puesto 7 para disfrutar la final nacional. Para ello, competía con varios clubes, entre ellos FBC Melgar, la Universidad César Vallejo y José Gálvez, paradójicamente, los últimos rivales de la Universidad San Martín en el Torneo Clausura.
Es decir, si la San Martín ganaba esos encuentros había la posibilidad de que la ‘U’ quede séptimo, por lo que tendrían que jugar una final ante los ‘cremas’, pero si perdían, se aseguraban que Universitario se quede afuera y podían ser campeones nacionales directamente.
Un no muy motivado cuadro blanco salió a medirse con Melgar, partido en el que cayeron 1-0. En ese encuentro, salieron expulsados Leao Butrón y Roberto Ovelar.
A la fecha siguiente, la San Martín volvió a perder de local, esta vez ante la Universidad César Vallejo. En la última fecha, los ‘santos’ empataron 2-2 ante José Gálvez.
Estos resultados no le hicieron nada bien a Universitario (que además tuvo sus propios tropiezos). Los dirigidos por Ricardo Gareca terminaron en la décima casilla del campeonato, sin posibilidades de disputar el título nacional.
Los ‘santos’ celebraron su bicampeonato luego del empate con Gálvez, resultado de una gran racha de victorias y un astuto sprint final, en el que la astucia y matemática primaron sobre la idea de salir siempre a ganar.