El pollo a la brasa es parte de la historia del Perú, pues es una de las comidas tradicionales más famosas en nuestro país. Su atractivo está en este festival de sabores en el que encuentras papas fritas crujientes, porciones de pollo bien dorado, una ensalada fresca junto a una variedad de cremas.
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¿Sabías que hay un Día del pollo a la brasa?
Cada tercer domingo de julio los restaurantes que tengan en su carta este potaje, estarán de fiesta conmemorando un año más su creación y llegada al paladar de los peruanos. Por eso, debes conocer un poco más de su historia.
¿Cuántas pollerías hay en el Perú?
En nuestro país actualmente existen más de 13 mil pollerías, y como dato sorprendente, según un estudio de Euromonitor International, los peruanos van a una pollería 37 veces cada año. ¿Imaginabas que éramos tan fanáticos del rico preparado?
Cabe resaltar, que el pollo a la brasa no queda solo en un 'rico platillo', sino que es reconocido como parte de nuestra peruanidad desde el año 2004. Ahora ya es Patrimonio Cultural de la Nación, y a pocos días de su homenaje, te contaremos un poco más de sus inicios.
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¿Cuál fue el origen del pollo a la brasa?
Los orígenes del pollo a la brasa se remontan a la década de los 50 y a la ingeniosa idea de Roger Schuler, propietario de la primera pollería a nivel nacional. Los antecedentes de este platillo se sitúan hace más de 70 años, en la zona de Santa Clara, Ate Vitarte.
En un principio, tenía una granja de pollos, llamada La Granja Azul, la cual actualmente es una pollería situada en Chaclacayo, antes era un gran corral. Sin embargo, la venta no tuvo los frutos que esperaba, por lo que se vio obligado a disponer de sus pollos en una parrillada.
Este negocio se convirtió en todo un éxito, y aunque antes se utilizaba una máquina de estructura manual, esta demoraba demasiado en realizar el pollo, por lo que se diseñó el horno con un modelo tipo sistema planetario solar en el que ya podían poner seis barras que daban vueltas en ambas direcciones.
El secreto del sabor único del pollo a la brasa se encuentra en la madera de algarrobo que utilizan, por lo que prescinden de condimentos, especies u otros productos. El pollo originario de La Granja Azul solo lleva sal.
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