Jackson anunciaba en Chile ayer que ya piensa en rojiblanco. Nada más concluir el partido que dejaba a Colombia fuera de las semifinales de la Copa América reconocía su futuro colchonero. “Ya puedo confirmar mi paso al Atlético. Ya se dio el traspaso. Llego por cuatro años. Todavía no se cuando me vinculo. Gracias a Dios se ha tenido una gran evolución y me entusiasma muchísimo este paso al Atlético de Madrid, lo asumo como un nuevo reto en mi carrera y ahora espero que las cosas me salgan muy bien allá. Iré con todo el compromiso de aportar para que el club siga en esta evolución”, expresaba el delantero aún con la amargura de haber caído ante Argentina en los penaltis en una competición en la que Colombia era uno de los favoritos.
Falcao. Enseguida, fue preguntado por cómo intentará suplantar al que va a ser su referente y su vara de medir en el Atlético, Falcao. “Pienso asumirlo como siempre he asumido los grandes retos de mi carrera, espero tener éxito como él”, afirmaba Cha, cha, cha, como se le conoce, reconociendo también que deberá pasar una fase de adaptación ya que “el Atlético utiliza un sistema diferente al del Oporto, pero es un equipo que siempre está peleando, que ha conseguido grandes cosas en los últimos años y que cuenta con futbolistas que ya se conocen”. Pero Para Jackson no es nuevo el tener que luchar contra la sombra de Falcao. Ya lo vivió nada más aterrizar en el Oporto y allí respondió. Es cierto que su media goleadora es menor que la del Tigre con los Dragones, pero, por ejemplo, en la liga portuguesa siempre tuvo mejores números y terminó tres temporadas seguidas como máximo goleador del campeonato.
Falcao hizo 72 goles en 87 partidos con el Oporto, una media de 0,83 por encuentro. En sus dos temporadas completas anotó 26 goles en la Liga en su debut y 20 en la segunda temporada. En ese segundo ejercicio sus registros se dispararon gracias a los 18 goles que marcó en la Europa League. Jackson terminó su trienio en O Dragao con 94 goles en 143 partidos, una media de 0,66. En la Liga, 26 goles en su primera campaña, 20 en la segunda y 21 en la tercera. Pero a Jackson se le medirá por lo que marque en el Atlético y Falcao dejó una huella enorme de 70 goles en 92 partidos, 0,77 goles por encuentro. Jackson es un delantero muy diferente, más alto y más fuerte que el Tigre, pero más móvil que Falcao y que Mandzukic, como ha pedido Simeone, y con capacidad para participar más en el juego que los otros dos.
Ayer poco de eso pudo demostrar en el duelo que midió a su selección con Argentina. En 73 minutos sobre el campo Jackson Martínez sólo pudo demostrar fortaleza y garra luchando ante un central como Otamendi. Pero Colombia se pasó casi la totalidad de los 90 minutos achicando agua y como reconoció el propio Jackson sin generar juego ofensivo. Falcao entré en su lugar y poco pudo hacer también.
Ahora el nuevo delantero del Atlético está a la espera de que el club le comunique a él y a Godín, Giménez y Cebolla, cuándo tienen que incorporarse a los entrenamientos después de su participación en la Copa América.