Una rivalidad histórica y por demás épica protagonizaron Sting y Ric Flair a finales de los ochenta y buena parte de los noventa, con el cinturón dorado que representaba al Campeonato Mundial de Peso Completo NWA de por medio, los dos gladiadores representaban a integridad el clásico concepto de “técnico y rudo” dentro de la lucha libre: el portento de energía y valor, además de juventud y buena vibra como lo era Sting, el técnico; mientras que el costal lleno de patrañas y mentiras, tomando ventaja de cualquier situación llamado Ric Flair, el rudo. Ambos grabaron para la posteridad sus nombres.
Así que no resulta nada extraño que el propio Sting haya elegido a su eterno rival en el ring como el personaje que lo induzca a la vitrina de los inmortales, el WWE Hall of Fame, al cual entrará la noche del próximo sábado 2 de abril, una noche antes de Wrestlemania 32.
Con esto queda prácticamente definida la ceremonia del Salón de la Fama, pues previamente ya JBL había confirmado que él y Ron Simmons inducirán al Godfather, mientras que Michael Hayes confirmó que los hijos de Buddy Roberts y Terry Gordy, Ray Gordy (mejor conocido en WWE por su personaje de Jesse), estarán con él recibiendo la inmortalidad a cuenta de su agrupación los Freebirds, siendo su rival, Kevin Von Erich, quien los presente.