El árbitro chiclayano Daniel Sánchez, encargado de impartir justicia en la final de la Copa Élite de Chiclayo, categoría 2009, entre los equipos de Cantolao y Barcelona, tuvo una cuestionable actuación; al dar por finalizado el partido con empate 0-0 y, luego de varios minutos, retractarse y pedirle a los equipos que vuelvan a jugar los minutos adicionales.
Al tratarse del partido final, con el empate y sin goles, el equipo de la Academia Cantolao se hacía con el título, sin embargo, en el tiempo adicional otorgado, Barcelona anotó un tanto y terminó como campeón del certamen, lo cual ha propiciado una serie de críticas al árbitro.
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“Con el empate campeonaba Cantolao. Nuestros jugadores celebraban en la cancha y, minutos después, se acerca el árbitro con el profesor de Barcelona y el delegado de mesa diciendo que teníamos que jugar los minutos adicionales. Nosotros decidimos jugar por temor a que nos vayan a sancionar si no nos presentábamos”, señaló Max Coronado, representante de Cantolao, en diálogo con Líbero.
Ante esta situación, El Delfín ha presentado un reclamo formal ante la Comisión de Justicia, la cual debe pronunciarse en las próximas horas. El pedido del cuadro amarillo es que se le considere como campeón o que se disponga volver a jugar un partido completo.
¿Hubo gresca?
Lo penoso de todo fue que, tras lo ocurrido, se generó un conato de bronca entre los pequeños futbolistas, mismo que originó la alteración de los padres de familia. Ellos burlaron la malla de seguridad e ingresaron a la cancha.
Sin embargo, la situación fue controlada luego de que la delegación de Cantolao decidiera retirarse del lugar.