Lucas Mondelo: sinónimo de éxito, por algo es el Rey Midas del baloncesto español: capaz de ganar un oro europeo veinte años después o de jugar la primera final en un Mundial. En 15 años de profesión se ha convertido en el técnico más laureado en la historia del baloncesto de nuestro país. En clubes lo ha ganado todo y ahora triunfa en China, donde ha convertido a un equipo recién ascendido en tricampeón. Asumió el cargo de seleccionador tras la debacle de 2011 y desde entonces ha ganado un oro europeo, una plata mundial y ahora un bronce. De los 50 partidos previos a este Eurobasket con España, sólo ha perdido cuatro y en Hungría sólo Francia evitó el pleno de triunfos en la competición. Mondelo es un buen aliado para sus jugadoras, aunque las exprima siempre al máximo. Sus planteamientos son claros: apuesta por un juego rápido, agresivo, con iniciativas... Lo que el define como el tiqui-taca del basket.
Alba Torrens: está llamada a robarle a Amaya Valdemoro el cartel de mejor jugadora en la historia del baloncesto español. Una tres alta (supera el 1,90), con un manejo de balón impresionante, fuerza para entrar a canasta y buen tiro de media y larga distancia. Además, roba balones y rebotea. Una jugadora diez que se estrenó con la Selección cuando aún no había cumplido los 19 años y sólo ha faltado un año desde entonces. Y fue por lesión. Elegida mejor jugadora europea en 2011 y 2014, ha ganado dos Euroliga (en ambas fue la MVP) y el pasado verano firmó un contrato millonario con el Ekaterimburgo. Acapara mucho el juego ofensivo del equipo, pero saca petróleo de situaciones extremas. Una ganadora.
Laia Palau: ha estado en las ocho medallas que ha ganado la Selección en este siglo XXI. La capitana, el carácter y el alma de este equipo, es también un seguro de vida: otra temporada más acabó como la mejor pasadora de la Euroliga. Con ella a los mandos, el USK Praga dio la sorpresa al quedarse el cetro europeo.
Astou Ndour: formada en la prolífica cantera del Gran Canaria, Ndour llega a la absoluta tras brillar en categorías inferiores (un oro, dos platas y un bronce) y ser la mejor joven de Europa en 2013. Con una envergadura de 2,10 y buenos movimientos, le falta algo de peso para ser imparable en la pintura.
Silvia Domínguez: puro nervio. Es el contraataque, la intensidad defensiva y el desparpajo. Pases imposibles, penetraciones y tiros de tres para este pequeño genio (la más bajita del equipo). Una curiosidad: consiguió ganar tres Euroligas seguidas, con tres equipos distintos. Casi nada.
Laura Nicholls: de la generación del 89 como Torrens, aterrizó en la Selección en los Juegos de Pekín. No llega al 1,90, pero es toda una guerrera y no se achanta ante nadie. Aparte de ese pundonor que le hace crecer varios centímetros en la zona, ha mejorado mucho su tiro de media distancia.
Leti Romero: la benjamina del grupo se estrenó en el Mundial de Turquía con una plata y estará también en el Europeo Sub-20 de Lanzarote. Su rol ha sido secundario, pero con un físico imponente está llamada a ser el futuro de esta Selección. En su segundo año en la NCAA (Florida State), llegó hasta el Elite 8 y logró el segundo triple-doble en la historia de su Universidad.
Laura Gil: Premio Promesa AS en 2012 es la mayor coleccionista de medallas del baloncesto español. A sus 23 años ya ha ganado doce y ha sido campeona de Europa en todas las categoría (tiene 5 oros europeos, 3 platas mundiales, 3 europeas y un bronce ahora). Firmó una buena temporada en el Cadi La Seu y ha dado descanso a las pívots titulares. Bien en defensa.
Marta Xargay: una todoterreno. En Salamanca jugaba de base, pero Mondelo la prefiera de escolta, aunque su versatilidad va más allá: minutos de alero e incluso de cuatro. Muy intensa en defensa —da un plus al equipo en este aspecto— suma también en ataque, donde si tiene el día, es un seguro desde el triple y entra a canasta sin complejos.
Lucila Pascua: la otra gran veterana del grupo junto a Laia Palau. Regresó a España, tras jugar en Hungría, para fichar por el Conquero con el que llegó a disputar la final de la Copa de la Reina el pasado febrero. No ha tenido muchos minutos.
Anna Cruz: es sinónimo de contraataque. Capaz de imprimirle otro ritmo a la Selección, este año ha aparcado la WNBA —estuvo el pasado verano en las New York Liberty— para estar con España. Roba muchos balones y tiene un tiro muy efectivo de media distancia. Fue clave ante Montenegro para clasificar a la Selección a las semifinales.
Laura Herrera: otra jugadora que ha debutado con la absoluta. Se ha colado en la preselección varios veranos, pero la ausencia de Sancho Lyttle le abrió las puertas del equipo este verano ya que Mondelo decidió apostar por cinco pívots. Ha promediado 10,4 puntos y 5 rebotes esta temporada en Zaragoza.
Nuria Martínez: fija en la Selección hace años, Mondelo la rescató para el Mundial por su veteranía y porque Nuria no se achanta en ambientes calientes. Tras sus inicios como base, se ha reconvertido en una escolta-alero especialista defensiva. Es una amenaza desde el triple.