Uno de los momentos más esperado de la noche llegó a dos minutos de terminar el tercer partido. El árbitro detuvo las accione para que el asistente levante el letrero electrónico que marcó el número 14. Entonces, Claudio Pizarro sabía que era tiempo de abandonar la cancha del estadio Weserstadion.
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De inmediato, todos los asistentes se pusieron de pie para empezar con la ovación. En tanto, el ‘Bombardero de los Andes’ recibió el reconocimiento de los amigos que estuvieron cerca. Abrazos y muestras de afecto antes de que el excapitán de la selección peruana camine hacia la línea lateral del terreno.
Mientras ‘Pizza’ se dirigió hasta ese punto, la gente no hacía más que aplaudir y cantar para demostrar su cariño al incaico. De su lado, Claudio Miguel levantó los brazos, agitó las manos como diciendo adiós. Las cámaras cerraron el plano en el rostro del homenajeado y sus ojos, de manera inevitable, se inyectaron.
Apenas abandonó el rectángulo verde, Pizarro se encontró con sus padres, a quienes les dio un fuerte abrazo como muestra de su agradecimiento por la compañía durante su tiempo de formación hasta llegar a la profesional. También hubo un contacto con otros seres queridos y amigos que arribaron para la celebración.
Después de aquel conmovedor momento, el peruano tomó el micrófono para enviar un mensaje que emocionó a los aficionados. Los invitados al partido de despedida se reunieron delante de él para ovacionarle.
Acto seguido, el ‘Conquistar’ se acercó a las tribunas del coloso de los ‘Lagartos’. En ese lugar, Pizarro Bossio realizó una especia de vuelta olímpica en la que tuvo contacto con los espectadores. De todas las edades, con camisetas de Werder Bremen, Bayern Múnich y la selección peruana, todos se despidieron del ‘14′.
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