Claudio Pizarro no se cansó de hacer goles este sábado en su despedida del fútbol junto a amigos y familiares. El delantero nacional vistió las camisetas de Bayern Múnich y Werder Bremen, regalando anotaciones con sus exequipos. En su segunda conquista de verde volvió a demostrar olfato goleador tras pase de Aílton y levantó a todos en el Weserstadion.
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Ante 40.500 espectadores que llenaron las gradas del estadio del conjunto de Bremen, en el que militó diez temporadas en dos etapas, tres equipos, el local, el Bayern y el ‘Claudio’s Amigos’, todos compuestos por jugadores veteranos, se midieron para ofrecer una bonita despedida a un jugador que hizo historia en el fútbol germano y europeo.
Pizarro, que tiene 43 años y que estuvo acompañado por sus seres queridos, tuvo el honor de inaugurar el marcador en el primero de los partidos, que se convirtieron en una auténtica fiesta en la que los exjugadores hicieron las delicias del público, que estuvo completamente volcado con el ‘Bombardero de los Andes’.
Con el Bremen, anotó por segunda vez en el partido tras pase del brasileño Aílton, su exaliado en el campo. Recibió cerca al punto de penal, se acomodó y la mandó a guardar como en los viejos tiempos.
Pizarro es el máximo goleador de la historia del Werder Bremen, el artillero más veterano de la Bundesliga y, con 197 tantos, el segundo principal anotador extranjero del torneo germano.
Con el Bayern, ganó la Bundesliga en seis ocasiones, la Copa cinco veces, la Copa de la Liga dos y la Supercopa germana una, y con el Werder Bremen consiguió una Copa y una Supercopa. Así mismo, consiguió con el conjunto bávaro una Liga de Campeones, una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.