Con todo y que paulatinamente las mujeres se han ganado a pulso un lugar en la preferencia de los aficionados, a lo largo de la historia, la lucha libre ha estado vinculada mayoritariamente a los hombres, pues este género ha tenido a los mayores ídolos e íconos de este deporte en nuestro país.
De cualquier manera, la inclusión que se vive hoy en día en todo el mundo, ha permitido la integración de gladiadores o luchadoras pertenecientes a la comunidad LGBTTTIQA+, aunque a la gente heterosexual, con otra preferencia o identidad sexual le cuesta mucho aceptar esta realidad dentro del pancracio.
Una de las luchadoras que ha tenido que sortear acoso laboral y sexual, así como discriminación por parte de compañeros y empresarios ha sido Estrella Divina, quien hoy es un estandarte de las luchadoras y comunidad trans en México.
“Ambiente feo y tenso”
En entrevista con MILENIO-La Afición, Estrella Fernández alzó la voz para contar las dificultades que ha tenido que sortear para llegar a lo más alto del pancracio nacional.
“Sí ha habido acoso por parte de compañeros y promotores que te ven así y dicen: ‘es bien fácil’, entonces te ofrecen cosas, te dicen: ‘si no me aflojas, no te llevo a tal fecha’, y uno ya lo ve normal porque nadie toca esos temas. Cuando pasa no te queda más que callarte y más en la lucha libre, porque es un ambiente feo y tenso.
“Me ha tocado discriminación. Estuve en una empresa muy fuerte que permite este tipo de actos, estoy consciente de que me contraten como un luchador exótico, pero en México las mujeres trans tienen derechos que nos respaldan. Tenemos derecho de ir a un baño en el cual nos podamos sentir cómodas, pero en la lucha libre no, ahí es de: ‘tú eres hombre y entras al de hombres’.
“Estando en el vestidor de los compañeros es como de: ‘¡Ah! un hombre con chichis’ y comienzan… ‘a ver cómo las tienes’ y te jalan la blusa, el brasier y te agarran, eso no se lo harían a una mujer cisgénero. Si yo como chica trans le digo: ‘no te lleves así’, empiezan: ‘ya se le subió, se siente más que las viejas’ y arriba del ring con ellos son madrizas y lo único que una quiere es ganarse un lugar. Estos son temas muy fuertes que nadie los toca, así que yo sé que por alzar la voz voy a ser la más odiada, pero se tiene que hacer para acabar con este tipo de discriminaciones”, explicó la luchadora llena de molestia y decepción”
Su gusto por la lucha
Estrella recordó cómo fue su contacto con la lucha libre y uno de sus sueños desde pequeña fue ser luchadora, seguir una carrera diferente a la que otras chicas trans querían.
“Todo nace en Acapulco. Desde temprana edad recuerdo que los sábados y domingos mi abuela se ponía a ver las luchas y las veía con ella, así que me empezó a gustar, pero fue hasta que llegó la WWE a televisión abierta a México que me atrajo más, soñaba con llegar muy lejos, y poco a poco fui conociendo lo que conlleva este deporte, una disciplina que no es nada fácil y fui siendo constante. Justamente porque tengo una sexualidad diferente como una chica trans dije que no quería ser como todas las demás que cortan el cabello, que dan show, que son sexoservidoras y no está mal, mis respetos para ellas, pero hay más variedad y qué mejor que demostrarlo en el deporte”.
Para concluir, Fernández Malpica reconoció que dentro de su entorno más cercano vive en un mundo color de rosa, pero al llegar a las arenas de lucha libre todo cambia.
“Hoy en día tengo el apoyo total de mi familia, mi mundo es muy bonito, voy a una tienda y me dicen señorita, en mi casa, mis amigos cercanos, mi mamá y con mi familia mi vida es bonita, pero solo salgo a la lucha libre y todo es ‘qué onda carnal, cómo estás’, entonces cada que regreso de los viajes llegó muy bajoneada, con la autoestima mal y me pregunto ‘¿cómo me veo, me tengo que hacer otra cirugía, qué quieren?’, y el hecho de cambiar de papeles es mucho tema y ahorita que mi mamá me apoya en todo esto es muy bonito, no tengo cómo pagárselo”
Complicada la transición
Estrella reconoció que luego de operarse el busto le resultó complicado retomar la lucha libre por miedo, el cual superó por orgullo.
“Los primeros meses tenía miedo de que me pegaran, pero me pasó con un compañero al ver que yo me operé me picó al decir ‘ya no vale su cabeza’ y dije, lo voy a hacer y le perdí el miedo, me empecé arriesgar, a lanzarme planchitas, caídas y vi que no pasaba nada, solo tenía que saber caer, cuidarme y hacer lo que siempre he hecho que es luchar.
“Son los estereotipos que hay en México. Tú ves una persona así y dicen: ‘es sexoservidora’, y va más allá, hay un trasfondo muy fuerte. Los estereotipos de belleza aquí en México son tan duros que no solamente queremos vernos como mujeres, queremos vernos como mujeres atractivas, pero con busto o sin busto, con hormonas o sin ellas, mis sentimientos son los mismo, no toda la gente en la comunidad tiene el ingreso para la cirugía para un tratamiento hormonal y los rasgos son más masculinos y te van a hablar como si fueras hombre y entre más femenina te veas, te van a respetar más”.
Frases
“Yo sé que por alzar la voz voy a ser la más odiada, pero se tiene que hacer para acabar con este tipo de discriminaciones”
“Mi vida es bonita, pero solo salgo a la lucha libre y todo es ‘qué onda carnal, cómo estás’, entonces regreso muy bajoneada”
Estrella Divina
Luchadora transgénero
MGC