El camino de Alexia Putellas en el fútbol empezó con una mentira inocente. Para poder entrenar en las inferiores del Sabadell Fútbol Club donde una amiga suya jugaba, tuvo que hacer una travesura. “Yo tenía siete años y la edad mínima para jugar era de ocho años, por lo que mi familia tuvo que hacer un poco de trampa para que yo pudiera fichar”, cuenta hoy como anécdota de esos recuerdos que parecen tan lejanos.
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