Manuel Vázquez Florido, conocido como Chuli, ya se ha decidido. El delantero del Betis se había convertido en las últimas semanas en uno de los jugadores más demandados de Segunda. Casi todos los equipos de la categoría, incluido algún recién ascendido como el Oviedo, han llamado a su puerta. Entre tanto ofrecimiento, el onubense se quedó con dos propuestas como las ‘finalistas’, a saber, las del Leganés y Almería. De ellas, ha acabado aceptando esta última, la del Almería. De esta forma, y si los rojiblancos llegan a un acuerdo con el Betis, Chuli se convertirá en uno de sus puntales para retornar a Primera.
Éste aspecto, el tener un proyecto deportivo ambicioso, ha sido clave para, según fuentes de su entorno, decantarse por la propuesta del Almería y no prolongar su vínculo con el Leganés, equipo al que se marchó cedido el curso pasado durante el mercado invernal y con el que cuajó un excelente segundo tramo de temporada con 11 goles en su haber. Además, Sergi Barjuán, actual entrenador del club andaluz, es casi un 'padre deportivo' para Chuli: con el catalán como entrenador rindió a la perfección en el Recre durante la campaña 2012-13, cuando anotó 15 goles en 36 partidos.
El Betis quería medio millón por el traspaso. Por esa cantidad no debería poner problemas. Eduardo Macià, director deportivo verdiblanco, sí que pretende quedarse con un porcentaje importante de los derechos económicos del jugador (la mitad al menos). El Recreativo de Huelva, equipo del que el Betis le fichó hace dos campañas, tiene también derecho a una compensación económica que en este caso rondaría los 100.000 euros.
Chuli valoró muy seriamente la oferta del Leganés por dos motivos. El primero, el afectivo. En Butarque se ha sentido querido casi, casi como si estuviera en su Huelva natal. El segundo, el económico. Los blanquiazules apostaron fuerte por su contratación con un sueldo que superaba incluso al del Almería. Fuentes cercanas al club madrileño informan que ese salario rozaba los 300.000 brutos por temporada.