Sting es una de las figuras más importantes en la historia de la lucha libre profesional. Con su longeva carrera que este año será reconocida por la WWE induciéndolo al Salón de la Fama, qué mejor que hacer un repaso de lo que fue la transición más sorprendente de su carrera: La evolución de un personaje simpático y afable a uno de los personajes más oscuros que hayan pisado un ring alguna vez.
Desde sus comienzos, Stinger fue uno de los técnicos más acérrimos. Su personaje de surfista fue lo que lo ancló como uno de los principales héroes en sus comienzos con NWA. Básicamente lo tenía todo: Carisma, fuerza, atletismo y sobre todo un gran respeto en el vestuario. Grandes nombres de la industria como Ric Flair y Dusty Rhodes describieron a Sting como “El hombre” o “El chico de oro”, apodos que eran respaldados por los fanáticos, pues no pasó mucho tiempo hasta que finalmente alcanzó el primer gran hito en su carrera.
Sting en su look “Great American Bash”, el luchador más popular de los Estados Unidos a finales de los 80s
Después de perder ante Ric Flair en “Clash of the Champions” su oportunidad de obtener el campeonato máximo de la NWA, Sting entra en una rivalidad con el líder de “The Four Horsemen”. Lo que lo lleva a tener varios enfrentamientos con “The Nature Boy” sin obtener éxito alguno. Sin embargo, en el evento “The Great American Bash” realizado en la ciudad de Baltimore el 7 de julio del año 1990, Stinger logra finalmente obtener su primer campeonato mundial, victoria que fue más que ovacionada por el público y ubicó al nuevo campeón en el plano principal del mundo de la lucha libre profesional.
Durante los años posteriores Sting comenzó a acumular hazañas que hicieron que reciba un apodo que hasta el día de hoy, pone los pelos de punta a cualquiera: “La Franquicia”, ya no era el surfista que cumplió su sueño de ser campeón mundial, ahora era oficialmente el abanderado de la WCW.
Sin embargo una de las cosas que influyó en la perdida de nuestro surfista bonachón fue nada más ni nada menos que la facción que también marco un antes y un después en la historia de la lucha libre: “New World Order”.
Todo comienza cuando Sting une fuerzas con Lex Luger y los miembros de Four Horsemen Ric Flair y Arn Anderson para enfrentar a la amenaza que representaba la Nueva Orden en el evento “Fall Brawl” del año 1996. El equipo de Hollywood Hogan jugaba con que había un cuarto miembro desconocido y este podría ser Sting, creando un doble de este último que atacó a Lex Luger, nWo logró convencer a sus tres rivales que su amigo los había traicionado y no había chance de que pudieran recuperarlo.
Las cosas no podrían haber sido más catastróficas para el hombre del rostro pintado. En Fall Brawl, él interviene durante el combate enfrentándose a su copia y aun así, no obtiene la credibilidad de sus compañeros, lo cual genera un razonable enojo en el acusado y abandona la lucha.
Sting realiza su última aparición como el surfista dando una promo que dejó en shock a todo el mundo:
“Quiero una oportunidad para explicar algo que pasó el lunes pasado a la noche en Nitro. Estaba en un avión volando a Atlanta desde L.A. Cuando llegué a Atlanta, sintonicé el televisor en Nitro. Y creí que estaba mirando una repetición. Era una película muy convincente. Imitado muchas veces, pero nunca duplicado. ¿Y qué más vi? Vi gente, vi luchadores, vi comentaristas, y vi mejores amigos DUDAR… del Stinger. ¡Así es, dudaron del Stinger! Entonces oí a Lex Luger decir “sé donde vive, sé donde se ejercita, voy a buscarlo.” Entonces me dije a mí mismo, me recluiré por un tiempo. Esperaré y veré que pasa este sábado a la noche, y miré el sábado a la noche, ¿y qué fue lo que vi? Más de lo mismo… más DUDA. Lo que me lleva al Fall Brawl. Sabía que debía ir al Fall Brawl y enfrentarme contra el Total Package para hacerle saber que no era yo. Y lo que conseguí fue, ‘No Sting… ¡NO TE CREO STING!’. Pues, todo lo que tengo para decir es que fui mediador, fui la niñera de Lex Luger, y le di el beneficio de la duda alrededor de mil veces en los últimos doce meses. ¡Y llevé la bandera de WCW, y di mi sangre, mi sudor, y mis lágrimas por WCW! Así que para todos los fanáticos ahí afuera y todos los luchadores y gente que nunca dudaron del Stinger, ¡estaré a su lado si ustedes están al mío! Pero para toda la gente, todos los comentaristas, todos los luchadores, y todos los mejores amigos que sí dudaron de mi, pueden c***. De ahora en más me considero como un agente libre”
Ahora que Sting estaba fuera de escena, nWo actuó como quiso, manipuló a la compañía y le quitó las esperanzas a los fanáticos de que todo pudiera cambiar, hasta que un 23 de octubre del año 1996, apareció Sting con una imagen similar al del protagonista de la película “El Cuervo” y atacó a nWo declarándole la guerra.
Este nuevo Stinger no era para nada similar a su versión de surfista, no era un simple cambio de imagen, era un cambio de personalidad, era la antítesis, alguien que no se sabía si iba a jugar a favor o en contra de los aliados contra nWo. Era una imagen nueva, una imagen de alguien que lo había perdido todo y encarnaba a lo que se consideraba un vengador, un antihéroe.
La idea del cambio de imagen es explicada por Scott Hall, quien fue el autor de la misma. El veía a Sting como un chico bueno, y explicó cómo le quedaría bien a este ultimo el aspecto que poseía Brandon Lee en la ya mencionada película El Cuervo, idea que fue planteada a Eric Bischoff el cual aceptó la idea y finalmente se llevó a cabo de la forma ya mencionada.
Si bien El Icono tuvo varios cambios de personalidad, el efecto que generó ver perder todo a un héroe para ser alguien oscuro, llevado a cabo con una de las historias más grandes que haya tenido a la lucha libre, convierte a Sting en alguien que marcó en un antes y un después en la historia de los “Gimmicks” y de la lucha libre profesional en sí, anclando su legado para las futuras generaciones de personajes escalofriantes.