El país celebra un nuevo triunfo en la era de Juan Reynoso. Nuestra selección le ganó 1-0 a Paraguay en Lima y consumó así otro resultado positivo en este arranque del ‘Cabezón’ en el banquillo nacional. Las cosas han comenzado bien, aparentemente, aunque aún hay y habrá mucho que trabajar.
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Los amistosos justamente sirven para esto, para probar nuevas estrategias, para iniciar un recambio generacional, para darle oportunidades a nuevos jugadores y para ensayar muchas cosas más. Eso es lo que está aprovechando ahora mismo Juan Máximo.
Ya habiendo olvidado la derrota ante México en su debut, el ‘Cabezón’ ha replicado la victoria frente a El Salvador (4-1), continuando por la senda triunfal en el choque de este miércoles contra Paraguay (1-0). Satisfechos o no con el resultado, analizamos las claves que han propiciado este triunfo por la mínima diferencia de la ‘Blanquirroja’.
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1. La mística del Monumental para Reynoso
Después de tres años, la selección peruana regresó al Estadio Monumental, un escenario donde no le ha ido tan bien. De hecho, antes de este partido, la ‘bicolor’ perdió (6) y empató (7) más veces de las que ganó (5) en el Coloso de Ate. Incluso, en las dos ocasiones que a la escuadra nacional le tocó enfrentar a Paraguay en este recinto, no pudo ganar (0-1 y 0-0).
Pero la historia ha cambiado ahora de la mano de Juan Reynoso. En el Monumental, el ‘Cabezón’ siempre ha guardado una mística importante, consiguiendo hazañas y rebosando de júbilo varias veces. Su intención es seguir por ese camino con la selección nacional y ha empezado muy bien.
Hay que tener en cuenta que el DT nacional hizo del coloso de Ate su bastión durante su etapa como técnico de Universitario (26 victorias, 10 empates y solo 5 derrotas). Por ello, Juan Máximo se ha refugiado nuevamente en este recinto, el que alguna vez fue su hogar, para poder sacar nuevos resultados positivos con la ‘bicolor’. La victoria ante Paraguay avizora mejores cosas en este escenario.
2. Excelente López
Uno de los puntos más altos de la selección en el amistoso contra los paraguayos fue Marcos López. Más allá de algún error puntual, el lateral peruano demostró porque es uno de los pocos que hoy en día se hacen camino en Europa.
López se mostró bien compacto en defensa y colaborativo en la ofensiva durante todo el partido. Justamente en el primer tiempo logró anular a nada menos que Miguel Almirón, figura de la ‘Albirroja’. El atacante que milita en el Newcastle poco pudo hacer para superar al lateral del Feyenoord.
Almirón fue tan intrascendente que en el segundo tiempo fue sustituído por Matías Rojas. De igual forma, Marcos López siguió cuidando su banda a la perfección, ganando cuatro de seis duelos disputados, realizando tres despejes y una intercepción, y básicamente manteniéndose firme en la defensa.
3. El replanteamiento
El primer tiempo no había sido nada bueno para la ‘bicolor’. Hubo espacios para explotar en el ataque, pero no fueron aprovechados en su momento. La ofensiva nacional careció de claridad en la mayoría de sus jugadas. Y en defensa, algunos errores casi condenan a la selección.
Sin embargo, Reynoso logró replantear el partido de manera más óptima para el segundo tiempo. El ‘Cabezón’ sacó a José Rivera, que aportó muy poco en su debut, para hacer ingresar a Christian Cueva. A ‘Canchita’ Gonzales lo movió hacia la banda izquierda y a Bryan Reyna hacia la banda derecha.
Lo demás se mantuvo igual en el esquema y, a partir de entonces, Perú mejoró en todo sentido. Se solucionaron varios problemas y el equipo de Reynoso encontró una victoria trabajada.
4. La revolución de Christian Cueva
La presencia de Cueva fue fundamental. Con su ingreso, Perú ganó más jerarquía en el campo y encontró lo que tanto necesitaba: claridad en los ataques. Su influencia es indiscutible. Tan solo necesitó algunos minutos para hacerse notar con su calidad y talento.
A partir de sus pies, nacieron importantes jugadas ofensivas y contribuyó mucho a que Perú se quede con la victoria en casa. De acuerdo a Sofascore, ‘Aladino’ ganó siete de 11 duelos personales y regateó con éxito tres de cuatro veces. Figura indiscutible.
5. El balón parado
Una virtud siempre a destacar de los equipos de Juan Reynoso es el balón parado. Con la selección nacional, no es la excepción. El ‘Cabezón’ viene trabajando también con esa gran fortaleza que le caracteriza y ya está viendo frutos.
El gol llegó así, a través de un córner. ‘Canchita’ Gonzáles centró el balón al vértice del área y ahí apareció Alex Valera para rematar perfectamente con la cabeza y celebrar el único tanto del partido. Seguramente, habrá más jugadas como esa que tendrán como protagonista al exdelantero de Universitario, quien varias veces ha exhibido su gran juego aéreo como ahora.
6. Ensayo-error y la gran mejora defensiva
Defensivamente, Perú estuvo sufriendo más de lo debido. Julio Enciso hizo mucho daño, ganándole las espaldas a los defensores nacionales más de una vez. El ensayo de Carlos Ascues como central derecho y Miguel Araujo como lateral costó en un principio. Pero se logró solucionar a tiempo.
Específicamente esa banda derecha, a nivel defensivo, se restableció óptimamente en el segundo tiempo y se afianzó bien. Ascues mejoró mucho, tanto así que se consolidó como una de las figuras del partido.
De hecho, el zaguero peruano fue el que más despejes realizó (8), además de bloquear tres tiros rivales eficientemente y realizar tres intercepciones. Su exquisitez técnica en la salida también es un punto a resaltar. De las críticas pasó a los elogios en un santiamén. Ha sido, sin duda, una buena reaparición. Y seguramente Reynoso lo seguirá tomando en cuenta.
7. Las manos milagrosas del capitán
Que el resultado se haya mantenido así en gran parte se debe a Pedro Gallese. Aunque no tuvo que trabajar mucho como en otros partidos, cuando le tocó dar una mano lo hizo a la perfección, como de costumbre, y logró mantener su valla invicta hasta el final del partido.
De hecho, nos salvó de un mano a mano importante. Lorenzo Melgarejo de Paraguay quedó solo frente al arquero nacional y este consiguió salvaguardar su portería, evitando con su mano derecha que el balón entrara. Siempre clave y milagroso Gallese bajo los tres palos.