De menos a más el UCAM Murcia consiguió una victoria muy importante para solidificar una trayectoria ascendente que dio un frenazo en el último partido de liga que disputaron los murcianos. Vuelve a la senda de la victoria en un partido con los primeros diez minutos para olvidar, pero que fue dominando con el paso del tiempo. Se adelantó el Cádiz B aprovechando el mal inicio de los murcianos gracias a un inspirado Joel, pero empató José Fran al filo del descanso aprovechando una buena triangulación de Samu Mayo, que volvió a ser el mejor, con David Luna. Ya en la segunda parte, el UCAM Murcia fue muy superior y se encargó de certificarlo Vicente Romero, que hizo el segundo y definitivo gol de libre directo.
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El UCAM Murcia tenía ante sí más que un simple partido. Era el encuentro que podía servir para marcar si el rumbo del nuevo entrenador era el adecuado o no. Aunque la proyección del equipo con Jorge Romero era ascendente, la última derrota ante el Atlético Sanluqueño dejó tocada de nuevo su imagen más por el cómo que por el resultado en sí.
Después del parón de Copa del Rey, los universitarios recibían al filial gaditano, uno de los equipos más en forma durante el primer tramo de competición y que todavía no sabía lo que era perder a domicilio.
Ya avisó Jorge Romero de que el encuentro no iba a ser nada fácil. Y así fue. A las primeras de cambio, el Cádiz B ya iba por delante en el marcador. Apenas tres minutos bastaron para darse cuenta de que este filial está en muy buenas manos y tiene mucha calidad de tres cuartos hacia adelante. Encaró Mady a David Luna, que le dio demasiados metros, centró y Joel entró por el segundo palo como Pedro por su casa. Se durmió Sergio Cortés y no perdonó el extremo, que fue el mejor de la primera mitad.
El plan del Cádiz era claro y le estaba saliendo a la perfección: hacer daño mediante transiciones rápidas. A los diez minutos de partido, el filial cadista podría haber ido ganando por más de un gol de diferencia, pues estaba siendo muy superior al UCAM Murcia y estaba teniendo ocasiones de sobra. De hecho, remató Peru a la cruceta un gran centro de Genar.
La ‘empanada’ en el cuadro azuldorado era tremenda. El centro del campo era constantemente superado, la defensa temblaba cuando se acercaba Joel o Mady y la delantera era mera observadora de lo que sucedía en el partido.
A partir del minuto 15 de partido, el UCAM Murcia salió a jugar el partido y, aunque no estaba siendo superior, sí que empezó a igualar las fuerzas. El Cádiz dio un paso atrás y el cuadro universitario empezó a estar algo más cómodo. Eso sí, apenas sin crear ocasiones de peligro. La más clara fue de falta por parte de Chuma, que disparó muy ajustado, pero Víctor, portero visitante, despejó casi al límite.
Lo único positivo del UCAM Murcia durante los primeros 45 minutos fue, otra vez, Samu Mayo. Como todos sus compañeros, empezó perdido en el encuentro, pero con el paso de los minutos fue adquiriendo protagonismo y haciendo mejor la circulación del esférico. Segunda titularidad consecutiva para el chaval, que respondió dando el pase que inició la jugada del empate. Levantó la cabeza, filtró un gran pase en profundidad hacia David Luna en la izquierda y éste, la puso al corazón del área para que José Fran, que anduvo desaparecido toda la primera parte, hiciera el 1-1 justo antes del descanso.
Gran segunda parte
El gol significó un alivio para el UCAM Murcia. Se notaba en los gestos corporales de los jugadores, que salieron del túnel de vestuarios con otro semblante y otro ánimo. La segunda parte fue otra historia. Si en la primera, el Cádiz dominó y mereció ir ganando al descanso, en la segunda fue todo lo contrario. El UCAM Murcia dominó con balón, con una circulación más rápida, ganando los duelos y haciendo una presión mucho más organizada. Samu Mayo se estaba gustando, dejó un par de gestos de categoría superior y se llevó el aplauso del respetable.
Esa superioridad tras el descanso se vio plasmada con el segundo gol universitario. Otra vez a balón parado, consiguió inquietar a Víctor, pero en esta vez falló el arquero. A Chuma le consiguió negar el gol, pero a Vicente Romero no. Disparó muy potente y seco el centrocampista, dobló las manos del arquero y el balón se fue directo a las redes.
Remontó el UCAM un partido que empezó de la peor manera posible. Y lo mejor es que, lo consiguió jugando bien al fútbol y de forma merecida. Quitando los primeros quince minutos de partido, en los que el Cádiz fue muy superior, el UCAM jugó el partido que quiso y el fútbol esta vez hizo justicia, algo que no siempre ocurre.
Después del gol, el guion poco cambió. El UCAM siguió dominando y el Cádiz se veía muy justito en el apartado físico. Las sensaciones eran completamente opuestas. Samu Mayo siguió dando espectáculo, la defensa ahora sí estaba atenta para frenar posibles contras, José Fran sí apareció y los recambios del banquillo también dieron la nota. Migue, Javi Pérez, Alfredo y Chumbi salieron desde la segunda unidad y mantuvieron el nivel de los que dejaron el césped. En definitiva, se vio lo que se tiene que ver del UCAM Murcia esta temporada. Ni más ni menos. Vuelven los universitarios a la senda del triunfo, siguen su escalada personal hacia la parte alta y poco a poco van olvidando los fantasmas del pasado. Este UCAM sí convence.