Después de su mejor año deportivo, Juan Pablo Varillas buscará la clasificación al cuadro principal del Australian Open este miércoles 11 de enero a las 10.15 p. m. Su rival de turno es el japonés Yosuke Watanuki (n.º 138) y tendrá el objetivo de disputar el primer Grand Slam del 2023. Esta es la primera vez que el compatriota llega a esta instancia, con lo que superado sus presentaciones en 2020 y 2022, en las que alcanzó a la segunda ronda del clasificatorio.
Varillas empezó este camino enfrentando al italiano Roberto Marcora (n.º 685) por 3-6, 6-3 y 7-6 en un tiempo de dos horas y 25 minutos. Posteriormente, se midió con el canadiense Alexis Galarneau (n.º 206) por 6-7, 6-3, 6-4 en dos horas y 45 minutos.
Ahora le toca jugar con el japonés Yosuke Watanuki, de 24 años, quien ha alcanzado esta etapa en el 2019, pero cayó contra el indio Prajnesh Gunneswaran por 7-6, 4-6 y 4-6. Sin embargo, buscará su revancha contra Varillas tras su victoria por 4-6, 7-6 y 6-3 al kazajo Mijaíl Kukushkin, así como la de 6-4 y 6-2 con el australiano Philip Sekulic.
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¿Cómo fue el 2022 de Juan Pablo Varillas?
Varillas empezó el año al caer eliminado en la segunda ronda del clasificatorio en Adelaide contra el danés Holger Rune como preparatorio para el ‘qualy’ del Australian Open, en el que correría la misma suerte al ser derrotado por el portugués Gastão Elias. Posteriormente, clasificó al ATP 250 de Córdoba; no obstante, se retiró por lesión en la segunda ronda. Luego se recuperó y asistió al ATP 250 de Santiago, donde perdió con el argentino Sebastián Báez para luego disputar la Copa Davis con el equipo peruano.
Aquí la primera raqueta comandaría al Team Perú a la victoria al ganar sus dos partidos de singles contra los hermanos Dellien y hacer dupla con Sergio Galdós para triunfar en el partido de dobles. Seguido a ello, disputó el Challenger de Chile, el cual perdió en semifinales contra el sureño Alejandro Tabillo, y en el de Concepción, también en Chile, cayó en cuartos contra el argentino Renzo Olivo.
Su primera final del año fue en Santa Cruz, Bolivia, donde perdió a manos del islandés Paul Jubb. Después alcanzó semifinales en Pereira y Buenos Aires, para posteriormente quedarse en segunda ronda en Provence, Francia, y prepararse para clasificar a su único Grand Slam en París, el Roland Garros, que ganó la clasificación al chileno Nicolas Jarry y fue derrotado en primera ronda frente al canadiense Felix Auger-Aliassime, entonces n.º 9 del ranking ATP.
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Ahí Varillas inició una gira europea en la que lograría su principal éxito del año en Gstaad, Suiza, cuando le ganó al entonces 19° del ranking Roberto Bautista Agut. Pese a eso, cayó en cuartos de final contra el austriaco Dominic Thiem, quien en su mejor momento fue n.º 3 del mundo. Seguiría en Austria y se quedaría en segunda ronda. Tras ello regresó al Perú para disputar el Challenger de Lima, donde llegaría a cuartos de final.
En Santo Domingo y en el Clasificatorio al US Open cayó en el primer partido, después llegó recuperándose de una lesión para jugar la Copa Davis con Perú. Si bien ganaría todos sus partidos, Perú perdió la serie contra Chile por 3-2. Se retiraría por lesión en Villa María y logró su segunda final en Campiñas, Brasil, donde cayó contra otro islandés llamado Jan Choinski.
Pasó una mala racha perdiendo en Río de Janeiro, Ambato, Lima y Guayaquil, para lograr su único título del año en San Leopoldo, Brasil, donde le ganó la final al argentino Facundo Bagnis. De esta manera cerró su año. En este proceso, logró entrar al top 100 del ranking ATP, hecho que ningún peruano lograría desde Luis Horna en el 2009.