¡Mi gente! Regresamos y con fuerza. ¿Nos extrañaron? Yo sé que sí, es por eso que volvemos este 2023 con una nueva temporada, nadie nos para. Para empezar, les traigo una picante entrevista que le hicimos a mi hermano del alma Germán Alemanno, alias ‘Avatar’. En esta divertida y reflexiva conversación nos abre su corazón y habla de temas muy íntimos como su relación con su esposa, Geroty.
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En esta nueva edición 2023 de La Fe de Cuto, Germán Alemanno no revela detalles de su amistad con Di María y de cómo fue que se enamoró del Perú, país en el que radica luego de pasear su talento por equipos como la San Martín, Universitario y César Vallejo.
Asimismo, Germán Alemanno cuenta que actualmente se dedica a representar jugadores y ayudarlos en esta difícil carrera. Finamente, nos habla de cómo conquistó a su esposa, a quien ya le había echado el ojo a través de Facebook. Arrancamos, mi gente. Harto aguadito. No se olvide que la fe es lo más lindo de la vida.
COMEGATO Y OTRAS CHAPAS DE GERMÁN ALEMANNO
En Argentina, en Rosario, nosotros jugábamos al fútbol en la costanera. Se estaban quejando y los de Buenos Aires te cantan ‘comegato, comegato’... te vuelves loco, hicieron marketing ahí y empezaron a cocinar gato y desde ahí quedó la chapa para todos los rosarinos, hasta el día de hoy somos los ‘comegato’ en todos lados. Una vez estaba jugando en Unión Comercio y un lateral izquierdo (¿Trauco?) me dijo ‘tómatela comegato’. Termina el medio tiempo y digo ¿es argentino este? y no, era peruano. Ahí estaba Calcaterra, el Bochi... yo creo que le dijeron ‘decile comegato’ y yo me volví loco...
Cuando llegué a Central a los 13 años, vino el ‘Ardilla’ y me dijo ‘Puflito’, Puflo es una golosina, yo era flaquito, no valía ni dos pesos y hasta el día de hoy también soy Puflo, se hizo muy famoso ese apodo en Argentina. Cuando llegué a Perú me hicieron una nota en Trome y se empiezan a reír de mi nombre, yo soy Germán Ariel, y me hicieron una nota lavando la ropa y yo sano, hacia la nota normal, luego me dijeron que se estaban riendo de mi nombre. De ahí quedó Avatar por el Pato Quintero, yo soy narigón, hasta me disfrace, yo estaba feliz, contento.
GERMÁN ALEMANNO Y SU AMISTAD CON ÁNGEL DI MARÍA
Cuando estábamos en Central, a Ángel Di María lo venden Benfica se va con Andrés Díaz, los venden a los dos, Andrés se vuelve y Angelito se queda. Jugó muy poquito esos seis meses, lo vendieron con 18 años. En Europa, los chicos van y vuelven rápido porque no se animan a quedarse y a seguir peleándola, entonces vuelven a Perú porque ganan mas platita porque ya salieron, pero no se dan cuenta que es hambre hoy y pan para mañana. Te la tenés que comer ahí un año, así no juegues, porque lo aprendés ahí no lo aprendés en ningún lado. Angelito evolucionó, creció en Europa, es un placer verlo jugar. Fuimos con Kike a visitarlo, no perdió la humildad, verlo después de 10 años y verlo más humilde que antes es un placer y un ejemplo para todos los chicos, esos son los líderes del fútbol mundial.
GERMÁN ALEMANNO: YO HICE FAMOSO A DI MARÍA
Lo hice famoso, la asistencia se la di yo, estábamos jugando contra Quilmes, nos estaban recontraput... me estaban volviendo loco, agarré mitad de cancha, no sabía qué hacer y empecé a correr para el costado, en diagolnal y tiré como un triángulo, era rápido, la punteaba, se la apunté al lateral izquierdo, pasé por el costado, tiré el centro, Marco Rue no llegó, yo digo que fue para Di María, nadie sabe, fue para Angelito, y le metió un chanflazo, la cruzó hermoso, un golazo, jugaba bien, en Central habían buenos jugadores.
LAS LESIONES DE GERMÁN ALEMANNO
En Central no hacíamos nada. Yo en mi mejor momento, nunca había comido bien, nunca había levantado una pesa y era profesional. Era mucha la ignorancia que había en todos. Yo comía cualquier cosa. Me desgarré en 2005, 21 días, empecé a cojear cuando volví, no tenía fuerza en ningún lado. A raíz de eso me viene lumbalgia, dos años con lumbalgia, me infiltraron para jugar, me opero, otro tiempo más parado. Me voy a Quilmes, ahí seguía comiendo mal, nadie sabia, no sabíamos comer, comía mucha carne. A mí me salvó Nelson Fonte, el preparador físico. Empecé a fortalecer y ahora tengo mi potito y ahí empecé a jugar fútbol. Me fui a México, es que yo jugaba dos partidos y estaba cinco afuera. A los 26 años recién empecé a hacer gimnasio. Me desgarraba cada dos meses, yo la pase muy mal, a punto de retirarme, quería dejar el fútbol. Vine a Perú, hoy tengo casi trece años y estoy muy agradecido con este país, literalmente me salvó la vida.
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GERMÁN ALEMANNO Y SU ADAPTACIÓN AL PERÚ
No me costó adaptarme, cero, porque yo me desgarro y conozco muy rápido a mi esposa. Ella es de barrio, de la Atarjea, de El Agustino y Santa Anita. Los Mongrut son cracks, no sabes lo que chupan, a mí me impactó mucho, no sabía que tenía que compartir el vaso, pero culturalmente es una cultura hermosa. Mis respetos también para las sillas de plástico, los borrachos nunca se caen ¡¡¡no se caen!! son los mejores. Mi suegro también, que baila fantástico el rock and roll. No me costó adaptarme porque la familia de mi esposa es igualita a la mía, le encanta el quilombo. Yo tomo muy poco pero ahí me divierto, pero hasta el día de hoy me gritan porque no bailo salsa.
GERMÁN ALEMANNO Y SU AMISTAD CON PABLO VITTI QUE CASI LE TRAE PROBLEMAS
A mí el Trome casi me mete en quilombo. A mí me confundían mucho con Pablo. Una vez mi esposa se queda en Rosario y yo me quedé en la casa de mi suegra a dormir, cerca de Santa Anita, y en Trome sale ‘Alemanno juergueando en Asia con no se quién’. Gracias a Dios que estaba en la casa de mi suegro, nos confundían mucho.
Es una amistad verdadera (con Pablo Vitti) porque en Argentina éramos competencia en Central, nos odiamos y cuando llegó acá, nos ponen a los dos de delanteros, entonces le inventan el puesto de volante por izquierda. Pablo la descoció, se encontró con la cancha de frente, Pablo era el mejor jugador que yo vi en mi vida, un crack en todo su esplendor, si se hubiera cuidado un poquito hubiera.... era caserito de Magaly. Él ahora tiene una cafetería, nada qué ver relacionado al fútbol, aparte la U le debe un palo y medio...
GERMÁN ALEMANNO Y CÓMO CONOCIÓ A SU ESPOSA
Yo llego a Perú, el Facebook estaba de moda, uno de mis compañeros estaba con una chica peruana, me agregan los dos, no tenia nada qué hacer, estaba desgarrado y empecé a agregar a las amigas de esta chica y mi esposa salía posando en malla, voluptuosa y la agregué, a ella y a otras cuatro o cinco más, que hasta el día de hoy me echa en cara. Yo le escribía a mi esposa ‘hola hermosa’, ella ni me leía, la tiroteaba por todos lados y nada. Un día, estaba en la casa de mi amigo y su pareja ve que la tenia en Facebook y me dice que le podía hablar, empezamos a hablar por Nextel hasta que va un día a desfilar a la discoteca Spa y fui, solito, tenía 40 dólares en la billetera. Empecé a tomar whisky con Guaraná, no había comido nada. Agarré una peda que terminé desmayado, estuve con fiebre tres días y así la conocí, la conocí borracho, nunca había tomado whisky en mi vida, me arruinó tres días en cama, pero así la conocí. Nunca espere tantos años estar acá, vine por seis meses y pensaba irme a Francia, pero me quedé.
GERMÁN ALEMANNO EN MÉXICO
Fue hermoso, pero tuvimos la mala suerte que Pablo se desgarra y yo me entendía muy bien con él en la cancha, entonces me costó un poco más. Después llega Angel Comizzo de entrenador a Querétaro, yo andaba bien, pero probé agua de coco y me intoxiqué, Ángel me dijo ‘tranquilo, descansa’, pero el que entra por mí en la práctica mete cuatro goles, el fin de semana la rompió. No jugué más y si en México no terminas jugando, tienes que aceptar el pacto de caballeros y salir del país, pero andábamos bien.
GERMÁN ALEMANNO EN CERRO PORTEÑO
En Cerro es muy difícil, en la ducha te empiezan a hablar guaraní. Volví de México, jugué un partido con Reserva y volaba, no toqué la pelota. Mi esposa me dice ‘gordo, qué mal estás. no podés jugar así’. Nunca me había dicho de fútbol nada, me volví loco. Si mi esposa se da cuenta que estoy mal, entonces estoy remal, igual nunca más opinó de fútbol, pero no nos gusta que nos digan.
GERMÁN ALEMANNO EN CÉSAR VALLEJO
Fue espectacular, un grupo divino, eran muchos de San Martín, Contreras, el Pato, mi hermano Guizasola, el mejor del mundo, nunca se dio cuenta lo que tenía, él se conformó con Puente Piedra, su favela de Puente Piedra, ese es mi hermano, de las buenas personas que nos dejó el fútbol, el Toto es de los mejores, un crack.
GERMÁN ALEMANNO EN TRUJILLO
Era divertido y a la vez era medio tóxico, pueblo chico infierno grande. Se juntaban todas las esposas, mi esposa fue una vez y no fue más, pero teníamos un grupo espectacular. Después llega Maxi Antonelli, un tipo espectacular, A1. Era un grupo lindo. Yo me enojé una vez porque el Chino Rivera me saca, me explica, no lo entendí. Entré contra Pacífico, primer tiempo, íbamos perdiendo, clave dos goles, lo putee al Chino. Hoy estamos muy cerca del Chino, nos ayudamos en todas las negociaciones pero en ese momento no entendés, querés matar a todos, pero luego te das cuenta que el entrenador quiere ganar, uno no tiene la capacidad para entender que está haciendo mal, la autocritica es muy difícil.
GERMÁN ALEMANNO EN UNIVERSITARIO
Después de seis meses sin jugar, me llama Chemo, mi esposa estaba embarazada, fui por poca plata pero era algo que quería hacer y luego me encontré con una cantidad de chicos espectaculares. Orejitas Flores, Polo, el Gato Cuba, Ampuero, eran todos chicos. Yo a Orejitas lo volvía loco, ellos venían del tema de correr muy extremo, yo les decía que si ustedes se dan cuenta que tienen que tocar y pasar, correr sin la pelota, van a ser mejores jugadores. Yo creo que el Orejas, con todo lo que lo puteaba, no hace mas de dos toques porque se va acordar de mí porque lo volvia loco, creo que dejamos muchas enseñanzas.
GERMÁN ALEMANNO EN SEGUNDA DIVISIÓN Y SU RETIRO DEL FÚTBOL
Me impactó, no pude, fui porque estaba en Lima y me ocupaba las mañanas. Me llamo Checho, mi primer entrenamiento, una cancha que era tierra y nos hacen cambiar en una tribuna, se te quitan las ganas de jugar, no te hace sentir jugador de fútbol. Llegó el lunes y no fui más, me retiré del fútbol. La segunda es... amateur, que se enojen los que quieran, yo digo las cosas en la cara, en el fútbol eso duele. Jugar en segunda te saca las ganas y te retiras, cuando la segunda tendría que ser un trampolín para los chicos que no tienen el potencial para debutar por clubes, una vidriera, pero no lo es, y ni se hace nada ni se va hacer. Los entrenadores tampoco están bien pagados, bien remunerados.
GERMÁN ALEMANNO Y SUS DOS BODAS
No sabes la plata que gasté. Hasta el día de hoy tendría otro departamento. Íbamos hacer una sola fiesta, iban a viajar todos para acá, pero metimos 150 acá y 150 allá. Hicimos dos fiestas y tiramos la casa por la ventana, fue espectacular. Yo le pido la mano a mi esposa, hago un show espectacular con videollamada. En Argentina pedir la mano no existe, pero me convenció. Puse el Spike para que mi familia lo viera, me arrodillé y todo, igual me sentí un boludo, pensaba ‘mi viejo en este momento me debe mirar y decir, qué pelotudo, qué está haciendo por una mina’. Mi viejo es todo lo contrario a eso, mis hermanos me debieron hacer mier...
No sabes lo que gastamos, y la mujer exige, si no no se casa, pero yo agradecido con mi esposa, me salvo la vida. Una mujer estable, que te ayude, es todo en la vida del futbolista, sin ella no seria lo que soy lo que soy ahora.
En Rosario la boda me salió mas barata por el dólar blue, pero hice una fiesta espectacular, la disfrutamos. Llevé a mi suegra. la noche de bodas en Argentina, mi suegra durmió con nosotros, no la íbamos a mandar a un hotel.
GERMÁN ALEMANNO EN LA ACTUALIDAD
Hoy represento jugadores, tenemos una chancha fútbol en el Centro de Lima, el Capo FC. Igual lo maneja mi esposa, yo no tengo nada qué ver. A mí me gusta estar ahí.