18/11/2024

¿Qué pasa con los ratings de Raw? – Claves de una caída anunciada

Miercoles 20 de Abril del 2016

¿Qué pasa con los ratings de Raw? – Claves de una caída anunciada

Desde WrestleMania 32 estamos asistiendo a una bajada en la audiencia del show semanal por excelencia de WWE: Monday Night Raw. El más reciente episodio, emitido desde Londres, registró de nuevo otra caída, fijando…

Desde WrestleMania 32 estamos asistiendo a una bajada en la audiencia del show semanal por excelencia de WWE: Monday Night Raw. El más reciente episodio, emitido desde Londres, registró de nuevo otra caída, fijando…

Desde WrestleMania 32 estamos asistiendo a una bajada en la audiencia del show semanal por excelencia de WWE: Monday Night Raw. El más reciente episodio, emitido desde Londres, registró de nuevo otra caída, fijando el número en 3.336.000 espectadores. Esto representa una reducción del 5% respecto a la pasada semana.

En la primera hora la audiencia llegó a los 3.486.000 de televidentes. La segunda alcanzó el máximo de la noche, con 3.541.000; la tercera por contrario se desplomó hasta los 2.980.000. Es la primera vez desde enero que la audiencia no llega a los 3 millones durante la última parte del show.

Bien puede achacarse a la emisión de los playoffs de la NBA, tradicionalmente líderes de la noche en ese país. Sin embargo, la caída de casi 200 mil personas respecto a los datos de la última semana se une a la de la anterior. En total, casi 750 mil televidentes perdidos desde el primer Raw post-WrestleMania del 4 de abril.

La pregunta que cabe hacerse es: ¿Cómo pueden perderse tres cuartos de millón de espectadores en dos semanas? Sería aventurado buscar culpables, pero voy a intentar dilucidar las claves de este hundimiento ¿inesperado?

– La inercia de WrestleMania 32. La decepción que para muchos supuso este evento aún colea en los aficionados, y esto quizá esté resultando un lastre. Considero que fue la peor edición de la última década, con sólo un combate verdaderamente memorable resumido en un highspot. Puede que Vince McMahon no se esté dando cuenta de la repercusión de un evento así en cuanto a la pérdida o ganancia de prestigio. Hay vida más allá de una WM, no todo empieza ni acaba allí.

WWE.

WWE.

Cuando ofreces un producto sólo destinado a batir records de asistencia te expones a que el público fiel e inteligente que cada semana sigue el show rojo se canse. No quiero poner en duda la inteligencia del público asistente el 3 de abril en Arlington, pero reconozcamos que ‘La Vitrina de los Inmortales’ se ha convertido en un acontecimiento casi extraluchístico. ¿Qué porcentaje de aquellas 100 mil personas constituye el de los verdaderos seguidores semanales de WWE?

 

– El reinado de Roman Reigns. Como se está demostrando, no es el nuevo John Cena. El de West Newbury no contaba (ni sigue contando) con la simpatía del respetable, pero en cuanto a máquina humana de hacer dinero, no ha tenido practicamente rival en esta última década —sólo CM Punk y Daniel Bryan estuvieron a su altura—. Como suele decirse, pueden hablar bien o mal de ti, pero lo importante es que hablen, y no está ocurriendo lo mismo con el nuevo Campeón Mundial de Peso Completo WWE.

Roman Reigns

¿Podría precipitarse una pérdida del cinturón en WWE Payback 2016? AJ Styles tampoco está contribuyendo mucho a la subida de ratings, aunque es de suponer que un giro inesperado de los acontecimientos sacudiría un poco a la audiencia. Tras las críticas por la caída histórica durante el reinado de Seth Rollins, no sé qué argumentos esgrimirá WWE para confiar en Reigns como cara de la empresa, pues la variación no está a la altura de las expectativas.

 

– La transición hacia una nueva era. Desde la victoria de Baron Corbin en la Batalla Campal en memoria de André the Giant, estamos asistiendo al presumible bosquejo de una nueva etapa. En las tres últimas semanas parece estar ocurriendo una renovación de protagonismo en todas las categorías: AJ Styles aspirante al Campeonato Mundial de Peso Completo WWE; Sami Zayn en segmentos de relevancia; el citado Corbin y Apollo Crews pisando fuerte en el mid-card; The Vaudevillains, Enzo & Big Cass y Doc Gallows & Karl Anderson debutando con fuerza en la división de parejas (algunos medios estadounidenses hablan de una “Tag Team Revolution”).

Sami Zayn en NXT Arrival - Galleryhip.com

Sami Zayn en NXT Arrival – Galleryhip.com

No sé si ese “paso de antorcha” que desde WrestleMania 28 se lleva anunciando ha llegado para quedarse, pero se está trazando un panorama propicio. De la “vieja guardia” sólo Chris Jericho mantienen su status a tiempo completo, e intuyo que para cubrir el hueco de Cena hasta su regreso. Una transición siempre es costosa, no todos somos fanáticos de NXT o NJPW (de ahí que use la primera persona del plural, yo no lo soy) y no pueden pedirnos que saltemos de la butaca, mecedora o sofá de escay al asistir al debut de Enzo & Big Cass o de Gallows & Anderson. O que nos convirtamos en instantáneos incondicionales de Zayn.

 

– Shane McMahon no es suficiente. Si algunos creían que una sola persona iba a cambiar por completo los designios de WWE, han pecado de ingenuos desde el comienzo. En una reciente noticia recogida por Sebastián Salgado, a raíz de unas sinceras declaraciones de Shawn Michaels, se abrió un interesante debate: ¿la verdadera solución a los problemas de la empresa pasa por escuchar a los aficionados? Es algo difícil de determinar, mucha parte de esa fanaticada carece de visión a largo plazo, y en una compañía de estas características ese factor es de vital importancia. Las tremendas ovaciones hacia Zack Ryder o Damien Sandow —por nombrar dos ejemplos— no fueron escuchadas, y estimo que fueron buenas decisiones.

Shawn Michaels (WWF European Champion y WWF World Heavyweight Champion, 1997)y Seth Rollins (WWE World Heavyweight Champion y WWE United States Champion, 2015) / WhatCulture.com

Shawn Michaels (WWF European Champion y WWF World Heavyweight Champion, 1997)y Seth Rollins (WWE World Heavyweight Champion y WWE United States Champion, 2015) / WhatCulture.com

Quiero quedarme con el ejemplo de la audiencia de la última hora del pasado Raw, con un desplome bestial respecto a la anterior cifrado en más de medio millón de personas. Entre las variadas razones que se argüían para justificar los pobres datos durante el reinado de Rollins estaba la brevedad de los combates. Pues bien, Shane O’ Mac leería aquello en SÚPER LUCHAS y pensaría: “Bien, vamos a darle al público lo que quiere. Al combate estelar del próximo Raw entre Kevin Owens y Dean Ambrose concedámosle casi un cuarto de hora.” Esto sí que es una caída suicida.

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