Dani Alves atraviesa días difíciles en España, pues hace más de una semana una jueza de Barcelona ordenó su detención preventiva en prisión, tras agredir presuntamente a una mujer en una discoteca de la capital catalana. Su estancia en la cárcel se ha convertido en un verdadero calvario y su situación se complicaría más, porque desde su círculo familiar toman decisiones sensibles en torno a él.
Joana Sanz, esposa del futbolista brasileño, decidió borrar o archivar hace algunos días de su cuenta de Instagram las fotos en las que aparecía junto a él, pero eso no solo quedó ahí, porque ahora la modelo y empresaria habría tomado otra drástica decisión y la misma sería para desmarcarse totalmente de la vida del futbolista.
Según han anunciado en el ‘Programa de Ana Rosa’, Joana le ha pedido el divorcio a Dani Alves y el jugador se ha enterado de esta noticia a través de su equipo legal. Es decir, sus abogados que lo defienden después de lo sucedido en Barcelona.
“Lo ha hecho a través de sus abogados, porque él rechazó ver a su mujer en el vis a vis”, recalcó la reportera del programa Letizia Requejo. Por lo visto, no se trata de una decisión de última hora, sino que Joana Sanz “ha meditado mucho” este importante paso y, de momento, no se arrepiente.
Aunque sigue confiando en la inocencia de Alves, en lo que a su imputación por agresión sexual se refiere, se ve incapaz de perdonar algunas mentiras. Así, el divorcio demuestra que su relación, obviamente, no pasa por un momento ni remotamente plácido.
“No tiene un trato especial”
Un interno del centro penitenciario Brians 2 ha revelado cómo son los días del futbolista brasileño, luego de ser contactado por un equipo del programa español ‘Cuatro al día’: “Está en el módulo 13 con Coutinho que es amigo mío. Un brasileño. El otro día lo sacaron el director y la subdirectora. Se fueron a enseñarle todo lo que es el área de la zona deportiva. A la 13:30, a la hora de la comida”, señaló el recluso.
Y agregó: “Él camina normal y corriente. No hace vida especial, ni tiene una vida especial ahí, ni le tratan especialmente”.
Según el interno, Alves no tiene el mejor de los ánimos: “La actitud que tiene es de aburrimiento, mucho, es una vida muy aburrida. Pero ha estado jugando al fútbol ya, ha estado haciendo unas jugadas a los chicos de ahí. Las personas que están con él están ahí por el mismo delito. Es un buen chico, es un buen tío. Es súper tranquilo, le piden autógrafos… yo alucino”.
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