El Manchester United, sintiéndose superior hasta una expulsión de Casemiro, la primera de su carrera por roja directa por agarrar a un rival por el cuello en una tangana, y sabiendo sufrir en inferioridad en el ‘Teatro de los Sueños’ ante la reacción del Crystal Palace, fue el primer equipo de la parte alta que aprovechó el pinchazo del Arsenal. Está lejos, a ocho puntos, pero en una liga tan igualada como la Premier, en la que un equipo en zona de descenso está capacitado para sorprender al líder, no hay imposibles.
Al menos eso piensa el Manchester United mientras prolonga su mejoría. Con mayores síntomas de fuerza desde la salida de Cristiano Ronaldo. Exhibiendo autoridad en Old Trafford hasta que una acción modificó el rumbo de una tarde tranquila.
Vencía 2-0 el equipo de Erik ten Hag un partido muy de cara desde el inicio. Una mano despegada del cuerpo de Hughes dentro de su área, a un centro lateral de Rashford, provocó un claro penalti cuando no se cumplían los cuatro minutos. El VAR ayudó al colegiado, que no lo apreció a primera instancia. Un especialista, Bruno Fernandes, no perdonó en su lanzamiento pausado, al trote, con salto final y engaño al portero rival.
No había encontrado rival el United en un Crystal Palace en mala dinámica que sufría por su costado izquierdo. Las subidas de Wan-Bissaka y el peligro a pierna cambiada de Rashford. Se sostuvo en el partido gracias al portero español Vicente Guaita, que voló a un testarazo de Weghorst y evitó el tanto de Rashford.
Se divertía el Manchester United con Casemiro liberado, apareciendo en zonas de peligro con criterio, ante un Crystal Palace impreciso que parecía inofensivo. Aunque acabó exigiendo la mejor versión de David de Gea, con el guante firme abajo para evitar el empate a tres minutos del descanso. El primer disparo a puerta no pudo tener mayor peligro con zurdazo lejano de Schlupp, con bote envenenado, ajustado al poste.
Salvo esa acción, nada hacía presagiar el final que tenía reservado el partido. Con calidad parecía sentenciarlo el United en una acción coral, brillante, al primer toque hasta que la calidad del joven Garnacho apareció frente a una defensa poblada para abrir a la banda izquierda, donde Shaw puso un regalo de centro al gol de Rashford.
Pero a los 70 minutos, una entrada dura pegado a una banda sobre Antony, al que habían cogido la matrícula por algún regate malinterpretado, acabó en una tangana con muchos jugadores implicados. El VAR captó a Casemiro sacando del cuello a un rival, Hughes, del grupo de la discusión y fue castigado con roja directa.
De golpe todo cambió. El Crystal Palace se levantó de la lona, se lanzó al ataque con cambios ofensivos y discutió el triunfo del United hasta el final. Se lució De Gea a un testarazo potente de Guehi tras un córner pero nada pudo hacer a los 76 minutos, cuando tras un disparo de Doucoure, en boca de gol, con calidad, picando el balón arriba de primeras, Schlupp apretó el marcador.
Fue cuando se impuso el carácter competitivo de Lisandro Martínez, que despejó cada centro al área del rival. Con la defensa poblada del United defendiendo su triunfo, Mateta perdonó a tres del final la ocasión del empate, apareciendo al segundo palo pero sin precisar su remate.
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