Han pasado 12 años desde que el peleador mexicano Saúl Álvarez se presentó por última ocasión en México y desde entonces las cosas han cambiado mucho.
En aquel entonces, el boxeador tapatío tenía 20 años y buscaba la tercera defensa del campeonato superwelter del Consejo Mundial de Boxeo. Esa vez escaló el ring de la Monumental Plaza de Toros México en la Ciudad de México para enfrentarse al ex campeón boricua Kermit Cintrón.
Bajo la atenta mirada del réferi Héctor Afu, El Canelo comenzó la contienda con cautela, sabía que el boricua venía a morirse en la raya para poder reconquistar un campeonato mundial y así fue.
Álvarez Barragán llegó con un récord invicto de 38-0-1 y con la intención de dar un paso adelante en la competencia, pues sobre la línea estaba la posibilidad de enfrentarse al histórico peleador de Pomona Shane Mosley.
Luego de cuatro rounds, el joven mexicano – quien recibió dos envíos de cuidado como advertencia - encontró la manera de poder demolerlo y el desenlace llegó en cinco rounds con un gancho a las zonas blandas que dejó de rodillas a Cintrón y Afú detuvo el pleito.
Al momento de que detuvieron la pelea Canelo iba arriba en las tres tarjetas por 40-35.
Esa noche dentro de la cartelera participó Salvador Sánchez, sobrino de la leyenda mexicana, El Zurdo Ramirez quien noqueó en cuatro a Samuel Miller para conquistar el título juvenil medio del WBC y el ahora ex campeón Leo Santacruz quien entonces llevaba un récord de 17-0-1 y venció a Jorge Romero.
Ayer, el tapatío anunció que para mayo se presentará en Jalisco para exponer sus títulos mundiales y de paso conmemorar el 200 aniversario de Jalisco como estado libre y soberano.
ZZM