Si hay un equipo en el Oeste de la NBA capaz de hacerle frente a los temibles Warriors, ése es, sin duda alguna, San Antonio Spurs. Es harto improbable que la caída ante el Thunder por un punto -con final polémico- ponga en riesgo el pase a la final de Conferencia del equipo del histórico Gregg Popovich, el cual, en el primer juego de la serie de semifinales, ya ha demostrado su poderío, tras pasar la aplanadora sobre los de Oklahoma City y derrotarlos por 32 puntos.
Si en la vieja escuela de las “Espuelas” de San Antonio Spurs destacaban los galardonados Parker, Duncan y Ginóbili, hoy el destino de este equipo reposa en el colectivo, aunque sosteniéndose principalmente en las manos de dos brillantes jugadores:
LaMarcus Aldridge. Un fornido ala pívot proveniente de Portland, autor de 39 puntos en el primer choque ante Oklahoma y de otros 42 en el segundo enfrentamiento. Aldridge, de 2.11 metros, ha sabido combinar su potencia para recoger rebotes bajo el aro y penetrar con un sutil lanzamiento a distancia que hace recordar los mejores momentos del, ahora cuarentón, Tim “The Big Fundamental” (por su juego ceñido a los fundamentos del básquet) Duncan; y
Kawhi Leonard. Un alero de unas condiciones tremendas y unos números notables. Promedia más de 20 puntos por partido y alcanza los 7 rebotes por juego. En la primera semifinal encestó 25 puntos y tiene un lanzamiento de fuera del perímetro altamente eficaz: 43%.
¿A qué juegan estos Spurs?
Dirigidos por el mismo coach desde 1996, los Spurs se han alzado con cinco anillos con la filosofía impuesta por el viejo ‘Pop’. El técnico de origen serbio, impone 4 requisitos esenciales para jugar en su equipo: calidad, carácter, sentido del humor y asumir decisiones con madurez.
Los Spurs parecen tener una respuesta para cualquier circunstancia del juego, pero, a diferencia de la mayoría de los equipos en la NBA, apuestan al juego interior, poniendo muchos balones en el poste bajo, con posesión larga y elaborada y una circulación de pelota brillante que se inicia con la conducción del veterano Tony Parker y termina muchas veces en las manos de Aldridge. No se impone una sola figura, sino que prevalece el juego en conjunto.
Otro punto de suma importancia es la solidez defensiva, las “Espuelas” forman un bloque duro de superar, de mucho rigor físico. Prima el apoyo defensivo con un estilo práctico, menos espectacular y más europeizado, compacto y efectivo. Un estilo que ha iniciado una etapa de transición (la plantilla promedia los 31 años) pero que lo ha llevado a ganar media decena de anillos, aunque alguno de ellos fuera criticado por la prensa especializada en Estados Unidos, calificándolo como “el campeón más aburrido de la historia”.
Quizás su filosofía europea sostenida en la mente brillante de ‘Pop’ y sus 5 extranjeros hagan que el estilo del quinteto tejano se aleje de la espectacularidad que exige el norteamericano promedio.
¿Le podrían ganar a los Warriors en una eventual final de conferencia?
Creo que sería una final espectacular y apasionante y una eliminatoria directa que no se da desde las semifinales de la conferencia de 2013 en la que se impuso San Antonio 4-2, pero en un momento en que los “Guerreros” no habían llegado aún a consolidarse como equipo ni contaban con Steve Kerr en el banquillo.
Pienso que sería un choque muy interesante con dos estilos diferentes en pugna: el de las posesiones más elaboradas y de una defensa sólida por parte de los Spurs versus el de las transiciones rápidas y el liderazgo del guía guerrero, Stephen Curry quien continúa su proceso de recuperación tras sufrir un esguince de ligamento en su rodilla derecha.
Podríamos estar ante una de las finales de conferencia más intensas y de más alto nivel de los últimos años, así como muy pareja y de difícil predicción.
Si bien quedan partidos por jugar, no creo que el Thunder o los Blazers -sus respectivos rivales en las semifinales- puedan despojarnos de ver una extraordinaria final de conferencia. Que así sea.