Cómo reparar rasguños en una puerta de madera

La madera de tus puertas o muebles suele verse afectada por el paso del tiempo o la manera en que abres y cierras o usas las llaves. Al igual que otros artículos del hogar, tampoco están libres de arañazos, rayaduras y golpes por el contacto o roce y es aquí donde los trucos caseros llegan para darles una nueva vida y aspecto. Hoy te enseñaremos cómo eliminar estas marcas usando ciertos insumos que tienes en la despensa como nueces, aceite, entre otros.

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Si te estás preguntando por qué tendrías que usar nueces, la razón está en que las grasas de este alimento y la pulpa logran fundirse fácilmente en el material, elimando así las marcas.

Y es que las pequeñas rayaduras son uno de los principales motivos para que las puertas se vean estropeadas o viejas y aplicando trucos caseros quedarán como nuevas. Entre los más populares están el aplicar yodo y agua con un hisopo y déjalo secar; poner aceite de hígado de bacalao dos veces por semana con un trapo limpio y seco; mezclar los posos de café con aceite de oliva, frota la superficie y limpia la zona con un cepillo.

Cómo reparar rayaduras o arañazos en madera con nueces

Quizá este es el ‘hack’ más sorprendente de todos y muy pocos hubieran imaginado. Para ponerlo en práctica primero hay que hacer una pasta de nueces y así reparar rayaduras o arañazos leves en la madera.

Para esto deberás moler nueces para obtener una harina o polvo fino para luego humedecer con un poco de aceite de oliva o agua. Una vez lista, frota la mezcla en los muebles o puerta de madera.

El truco está en que dejes que se seque para obtener el efecto reparador. Luego eliminarás el exceso de la pasta de nueces pasando un trapo por la superficie. Un tip adicional es que realices estos pasos semanalmente para cuidar tus puertas de los arañazos y siempre luzcan como recién instaladas.

Otra forma de reparar arañazos con nueces es la siguiente: necesitarás 3 o 4 y podrás utilizar un cascanueces para abrirlas en caso que no lo estén. Limpia con un paño la zona en la que vas a aplicar la nuez y frótala repetidamente, con la piel, sobre la zona que esté rayada de tu puerta. Los efectos se ven al momento.