El América que se erigió campeón en el 2002 bajo las órdenes de Manuel Lapuente marcó una época en el futbol mexicano, pues estaba constituido por jugadores de gran renombre como Iván Zamorano, Cuauhtémoc Blanco, Adolfo Ríos etc, futbolistas que no solo hicieron un gran equipo dentro del terreno de juego, sino también fuera de la cancha, donde todo eran risas y travesuras.
Uno de los más pícaros dentro de ese plantel era el hoy gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien durante la liguilla organizó una golpiza en contra de los porteros, Hugo Pineda, Christian Martínez, Beto Becerra y Adolfo Ríos, este último recordó esa picardía del Cuauh.
“Cuando estábamos en la Liguilla, cuando ganamos el campeonato del 2002, el profe Manuel Lapuente nos llevó a concentrarnos en Sumiya, en Morelos, un lugar espectacular. Las habitaciones para llegar al restaurante tienes que pasar por un lugar muy boscoso, muchos árboles y en la noche no se veía nada, por lo que en diversas ocasiones se daban los encontronazos. Un día estábamos entrenando, los porteros ya estábamos estirando y de pronto comenzó a temblar el piso y de repente volteamos y vimos que venía todo el equipo contra los cuatro que éramos porteros y nos agarraron, nos patearon, nos golpearon, todo organizado por Cuauhtémoc Blanco”, contó Adolfo Ríos para el programa de Youtube TikiTaka MX.
Al culminar la golpiza, El Portero de Cristo comenzó a orquestar la venganza, la cual inició con Ricardo Rojas, uno de los que más golpes repartió a los guardametas.
“Hugo se reía, me preguntaba cómo estaba, cuando acabaron todos se fueron corriendo. Nosotros nos sentamos y comenzamos a hacer una lista, ¿con quién empezamos? Hoy con el Cuervo Rojas porque fue el que más golpeaba y se reía. Estaba en la habitación con (Alfredo González) Tahuilán, él fue el único que se acercó. Fuimos a recepción, dijimos que se nos perdió la llave y nos dieron otra", contó.
"Después de cenar nos fuimos Beto Becerra, Hugo Pineda y yo, nos metimos a la habitación, tardamos horas. Cuando llegaron, Rojas abrió la puerta de una patada y gritaba ¡‘salgan’! y pensamos que nos había visto, pero de pronto le dijo a Tahuilán, “¡ah, te la creíste!” y cuando se acomodaron en sus camas salimos, le dio un ataque de risa. A Tahuilán le dijimos que no se metiera, pero ayudó a su compañero. Becerra se encargó de él y tiraron lámparas y todo. Con vendas los amarramos, les pusimos calcetines en la boca, así nos fuimos con todos", añadió (minuto 48:20).
FCM