Joseph Blatter, presidente de la FIFA desde 1998 y que presentó su renuncia el pasado 2 de junio, cuatro días después de haber sido reelegido para su quinto mandato como consecuencia de una retahíla de sucesos de corrupción que golpearon al organismo internacional del fútbol, ha afirmado rotundamente en la revista alemana 'Bunte': "Yo no soy ningún corrupto. El que me acusa debe primero demostrarlo".
Blatter ha organizado, sin embargo, unas nuevas elecciones a la presidencia de la FIFA, para finales de 2015 o principios de 2016. "Yo acepto de buen grado las críticas constructivas y correctas, pero cuando decimos que Blatter es corrupto porque la FIFA es corrupta, entonces yo digo que no. El que diga tales comentarios sin pruebas debe ser enviado a la cárcel".