Cómo secar la sal húmeda y mantenerla seca

Te costará encontrar una cocina sin sal. Es un componente fundamental de la cocina, pero para que proporcione el sabor deseado debe conservarse en condiciones ideales y libre de humedad, lo que es frecuente debido a su capacidad de absorción.

MÁS | Cómo quitar el cochambre de las perillas de la estufa

Es bastante común que la sal se humedezca en el salero. Y aunque se pueda seguir usando en ciertas preparaciones o se pueda rescatar, hay que buscar soluciones para que el salero se mantenga siempre seco. Pero, ¿sabes por qué se humedece la sal y cómo prevenir que esto suceda?

La sal se humedece porque es un producto higroscópico, es decir, absorbe la humedad del ambiente. Pero lo hace de las moléculas de agua que flotan en el aire, las cuales, al pasar cerca, se pegan a su superficie. Los elementos con esta cualidad se usan en deshumedecedores de ambiente, por ejemplo.

Trucos para evitar que se humedezca la sal

Para evitar que la sal se humedezca y estropee el sabor de las comidas o, incluso, que no pueda salir del salero pueden llevar a cabo algunas de estas sencillos trucos caseros, pero bastante eficaces.

1. Envases de cristal y cerrados

Los envases de cristal son los más adecuados a la hora de almacenar la sal. No se deben utilizar de plástico, ya que tienden a absorber la humedad con facilidad. El primer consejo que se debe recordar para un resultado óptimo. Además, deben de mantenerse cerrados y si es hermético, mucho mejor.

2. Mantenerla en un sitio fresco y seco

Para mantener la sal sin humedad es básico mantenerla en un sitio fresco y seco. Lo normal es que siempre se tenga en la cocina y lo mejor es escoger un sitio lo más alejado posible de la ventana o cualquier zona húmeda como la nevera. Guardada en la alacena es una de las mejores opciones.

3. Añadir unos granos de arroz

Es posible haber visto alguna vez unos granos de arroz enteros en los saleros de los restaurantes o en alguna otra casa. Su cometido no es otro que evitar que la sal se humedezca y, además, que salga con facilidad a través de los agujeros del salero. Una técnica de toda la vida que funciona muy bien.

Es mejor usar esta técnica en saleros pequeños que en grandes tarros. En los grandes, al introducir la mano para sacar la sal, habrá que estar pendientes de quitar los granos de arroz cada vez que se use.

4. Otros ingredientes que funcionan

También se pueden añadir otros ingredientes como los granos de café o unas hojas de perejil. Eso sí, es posible que el café se aromatice un poco. Puede escogerse este método para platos a los que se les quiera otorgar un aroma y un sabor especial.

5. Secar bien el salero

Muchas veces se incorpora la sal a saleros que han sido lavados y que no se han secado del todo o tienen humedad por el clima. Por ello, es importante secar bien los saleros con un paño o papel de docina por dentro. Y para tener la seguridad de que se quedan totalmente secos, se deben poner en una zona de la casa en la que le dé el sol.