ENTREVISTA: “El físico importa, pero si quieres ser arquero debes tener una fortaleza mental distinta a la de cualquier jugador”
Mientras ‘Chicho’ Salas y su plantel mantenían el rumbo, fuera de las canchas, de manera silenciosa pero apresurada, se gestaba otro camino. Como suele suceder en una institución de la magnitud de Alianza, lo reservado tuvo poco tiempo de vida. Así, salió a la luz la lucha interna de un Fondo Blanquiazul fragmentado, con dos bandos muy marcados. Los últimos hechos conducen a un cambio de timón, que se concretará en las próximas semanas. Pero hasta que se cristalice, varias interrogantes pasan por la cabeza del hincha aliancista. Aquí, cinco respuestas concretas para explicar y aclarar lo que sucede en el bicampeón peruano.
1. ¿Quiénes integran el Fondo Blanquiazul y por qué tres de sus miembros han decidido vender sus acreencias?
En sus inicios, el Fondo Blanquiazul fue conformado por Fernando Farah, Diego Gonzales Posada, Salomón Lerner, Antonio Armejo y César Torres. Ellos cinco fueron los que invirtieron en la compra de acreencias y bajo lo cual se estructuró el Fondo. Así, se conformó un grupo de trabajo entre estas cinco personas, a las que se sumaron algunos otros invitados vinculados a la operación, con quienes se tomaban decisiones sobre las actividades propiamente del Fondo Blanquiazul.
El caso reciente de la venta de acreencias por parte de Lerner, Farah y Armejo, se debe a la necesidad de darle un cambio al liderazgo interno en el Fondo, que permita una nueva orientación todavía más ambiciosa con respecto a los objetivos institucionales que tiene el club: darle mayor fortaleza deportiva de la que se ha logrado hasta ahora y, por supuesto, atraer aún más inversionistas que inyecten capital para el desarrollo y crecimiento de Alianza Lima.
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2. ¿Las ventas de estas acreencias se concretaron?
La venta de las acreencias de Salomón Lerner, Antonio Armejo y Fernando Farah ya ha sido concretada a través de todas las formalidades legales y los procedimientos correspondientes. Es una operación interna, es decir, no afecta a la Junta de Acreedores porque lo que se ha vendido es la participación en el Fondo Blanquiazul.
En la Junta de Acreedores quien representa las acreencias del Fondo es un solo conglomerado, entonces lo que debe suceder es que se convoque a una nueva Junta de Acreedores y los nuevos inversionistas, dueños de la mayoría (53%) de la participación del Fondo, asuman un rol de liderazgo y conducción de este Fondo Blanquiazul.
3. ¿Quiénes serían los nuevos acreedores? ¿Cómo quedaría Diego Gonzales Posada?
Gonzales Posada mantendrá su 47%, un poco menos en realidad ya que comparte un porcentaje de esa participación con César Torres. Sin embargo, el mando y manejo pasa a manos de los nuevos inversionistas, liderados por Irzio Pinasco, quien es el representante de este nuevo grupo inversor.
Es preciso señalar que Salomón Lerner, Fernando Farah y Antonio Armejo han manifestado su intención de ‘continuar’ ahora desde el papel de socios, para estar siempre cerca de las decisiones que se puedan tomar en el futuro.
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