Con el regreso de la separación de marcas, WWE se dispone a fortalecer SmackDown sin quitarle peso a Raw. Es una jugada complicada debido a que en los últimos meses el elenco quedó muy debilitado, y aun con los regresos de John Cena, Seth Rollins, Randy Orton y Neville no se pueden descartar lesiones de otros jugadores clave en el futuro.
Para sortear esto, WWE tiene dos opciones: Subir a una mayor cantidad de estrellas de NXT o bien contratar a luchadores de otras empresas.
Dave Meltzer, en la más reciente edición del boletín Wrestling Observer, especuló al respecto:
“Necesitan a cualquier que pueda ser estrella en el elenco principal —lo cual quiere decir que el talento clave de NXT que esté listo, será promovido. Pero deben hacerlo de manera balanceada para no matar esa marca.
“Como lo hicimos notar la semana pasada, la asistencia a los eventos de NXT fluctúa entre 100-400 personas con un cartel débil, a 1000-3000 si el cartel incluye a Shinsuke Nakamura, Samoa Joe, Bayley, Austin Aries, Finn Bálor, etcétera. Esto también podría llevar a que Bobby Roode y/o Eric Young lleguen directo al elenco principal en vez de a NXT.
“Subir a algunos es una necesidad, pero llevar a todos ellos sería matar las giras de NXT.
“Otra consecuencia de esto es que WWE, con tres elencos separados en tour, se verá obligada a ir por el mejor talento en compañías como New Japan, CMLL, AAA, ROH, Lucha Underground y TNA”.
En caso de que WWE decida subir a todos los estrellas NXT a SmackDown, ¿será posible que esto marque el final de la marca amarilla?