Para inaugurar la serie de peleas principales de UFC 199 se lanzaron a la jaula Dustin Poirier y Bobby Green.
Fue una pelea interesante, dinámica y muy rápida.
Poirier se lanzó al ataque desde el inicio de la contienda, obligando a Green a ponerse en modo defensivo en tanto encontraba una oportunidad para atacar y mermar la guardia de Poirier.
Una pelea principalmente desarrollada de pie, donde Poirier llevó la voz cantante, porque impuso su ritmo y distancia de pelea.
Aunque al principio pareció una pelea balanceada, pero en cuanto Poirier le encontró la cara a Green entonces encontró la clave para su victoria.
Poirier fue consistente en su golpeo, en la manera en que le cortó la distancia a Green, entonces cayó el bombazo.
Con un golpe desarmó la guardia y luego le dominó la posición en el piso, listo para martillar. No debió ir más allá porque el réferi intervino en la acción para impedir más castigo sobre Green.
Victoria para Poirier, quien hizo un llamado implícito a los que manejan la compañía para que le den peleas de mayores alturas, de mejores retos, que lo acerquen a la batalla que cualquier competidor de élite quiere, la del título mundial.