Luis Suárez y Gremio están en máxima tensión. El jugador ya expuso que quiere dejar el equipo y para hacerlo está dispuesto a devolver 10 millones de dólares. Pero Gremio exige más: no le permite jugar en otra institución por el resto de 2023.
El jugador uruguayo convive desde mayo con molestias recurrentes en su rodilla derecha. Ya lo sabe el entrenador, Renato Gaucho, y también el club. Su idea es desvincularse de Gremio y para eso está dispuesto a devolver todos los meses cobrados hasta ahora y un dinero extra acordado con la institución. Según supo ESPN Uruguay de fuentes cercanas a Suárez, el monto ronda los 10 millones de dólares.
La traba está en que Gremio pretende que una vez que el futbolista deje el club no juegue en ningún otro equipo en lo que resta de 2023. Suárez dice que si se recupera en un mes tiene todo el derecho a volver a las canchas.
El uruguayo viene dolorido de la rodilla derecha desde mayo y los tres médicos de Gremio certificaron la dolencia. Suárez dijo en ese momento que hacía el sacrificio de seguir jugando hasta que trajeran un jugador para sustituirlo pero Gremio aún no lo ha encontrado. “Siente que no puede rendir en Gremio por lo que él gana y el hincha espera y por eso quiere llegar al acuerdo de salida. Necesita bajar la carga de partidos que en Brasil es muy alta y Estados Unidos le brinda la posibilidad de bajar esa exigencia”, dijo la fuente.
Si logra desvincularse de Gremio, el Inter de Miami asoma como su futuro inmediato una vez que logre recuperarse de su rodilla.