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Para la bicolor es importante comenzar las Eliminatorias con una victoria fuera de casa, porque eso le daría confianza al equipo y aliviaría en algo el pesar que se siente por las nueve bajas para este partido. El escenario ideal es ganar, aunque sumar un punto de visita también resultaría positivo, sobre todo por las dificultades que la selección presenta actualmente. En tanto, la derrota también es una posibilidad, pero no debería significar una catástrofe si eso ocurre. Y es que la experiencia de Perú en esta clase de certámenes le ha demostrado que es mejor el cómo se termina al cómo se empieza.
Ricardo Gareca decía en una de sus tantas conferencias de prensa cuando era DT de la selección que en las Eliminatorias hay tres etapas: el inicio, el intermedio y el final. Cada una adquiere una real importancia para conseguir la clasificación al Mundial, pero el ‘Tigre’ apuntaba a la última parte, donde precisamente se definen los cupos para la Copa del Mundo. Y mientras él estuvo en el cargo, la bicolor pudo definir su suerte por sí misma, terminando bien lo que empezó mal.
De hecho, camino a Rusia 2018, perdimos 2-0 ante Colombia en Barranquilla; y rumbo a Qatar 2022 igualamos 2-2 frente a Paraguay en Asunción. No pudimos ganar en el debut como visitantes, pero en ambos casos aseguramos por lo menos el quinto lugar al final de las Eliminatorias. En el primero logramos la clasificación al Mundial, mientras que en el segundo nos quedamos a un paso de asistir a otro. Bajo esa perspectiva, el pensamiento de Gareca cobra mayor razón y la clave está en el esprint final que tenga la selección rumbo a la Copa del Mundo del 2026.
El desafío, sin embargo, aparece en el camino, porque es necesario llegar a esa etapa final con oportunidades de alcanzar uno de los seis cupos directos a la cita mundialista. Para eso, es importante sumar la mayor cantidad de puntos posibles durante el proceso y sacar un empate ante Paraguay este jueves resultaría positivo. No obstante, teniendo en cuenta que en la próxima jornada recibimos a Brasil en Lima, uno de los dos rivales más complicados de Sudamérica, el escenario cambia y conseguir una victoria en Ciudad del Este se hace casi una obligación.
Lo que está en juego ante los guaraníes no es poco. Sumar fuera de casa en un certamen como las Eliminatorias casi siempre marca la diferencia. Aquellas selecciones que consiguen puntos de visitantes tienen más opciones de lograr su clasificación que las que no pueden; pero también es cierto que el primer partido no define el éxito o el fracaso de un equipo. La historia reciente dice que la bicolor muestra sus mejores armas en la etapa final y eso puede repetirse. No obstante, conociendo a Reynoso, un técnico altamente competitivo, ese antecedente perdería relevancia.
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