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La escena que se dio en los minutos finales describe totalmente lo peleado que fue el partido. También concluye que hubo un beneficiado y no se encontraba en el estadio Nacional, sino a cientos de metros de distancia. El amargo empate entre celestes y cremas deja el camino libre para que Alianza Lima recupere terreno en el Clausura. De ganarle hoy a Unión Comercio en Matute (6:30 p.m. / Liga 1 Max), igualará en la cima del torneo a los dos antes mencionados.
De momento, la punta se reparte entre Cristal y la ‘U’, ambos con 26 unidades, pero con la ventaja para los del Rímac porque ya descansaron. Alianza, con una victoria, los igualaría en puntaje aunque, como los merengues, aún deben su fecha de descanso. De hecho, lo harán en la próxima jornada mientras que al compadre le tocará en la que sigue.
El marcador acabó en cero pese a la ocasión desperdiciada por Joao Grimaldo tras el error en salida de William Riveros o el misil que estrelló Alex Valera en el travesaño. Acabó en cero y puso el Clausura más apretado y peleado que nunca. Porque están los tres capitalinos y también Melgar (hoy tercero con 25 puntos).
A falta de seis fechas por jugar, parece que nada se definirá hasta el final y que cada detalle, cada punto, contará.
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Quispe y Grimaldo, la figuras de un partido chato
Fue un partido cerrado, más peleado que jugado. Con duelos directos, individuales, disputas de balón con los cuchillos entre los dientes. Y en medio de las piernas fuertes, Piero Quispe, por parte de Universitario; y Joao Grimaldo, en Cristal, fueron los más lúcidos de sus respectivos equipos.
En el cuadro crema, José Carvallo cuidó muy bien su arco. Tuvo un par de intervenciones buenas ante las pocas llegadas rimenses. En los últimos minutos salvó un sorpresivo disparo de Nilson Loyola que pudo acabar en un golazo. El portero tuvo una actuación destacable.
La conocida línea de tres centrales puesta por Fossati cumplió. Aldo Corzo nunca tuvo problemas en defender su zona apoyado por Andy Polo que no gravitó en ataque. Por la izquierda, Marco Saravia tuvo más trabajo al tratar de contener al escurridizo Grimaldo. Y por el medio, William Riveros solo falló una vez: quiso salir tocando y le regaló el balón a Joao que no pudo aprovechar la oportunidad.
En el medio, Rodrigo Ureña se dedicó más a pelear que a defender u ordenar a su equipo. Acompañado de Martin Pérez Guedes que desperdició cuanta oportunidad en área rival se encontraba. Piero Quispe fue la figura del partido: jugó con un problema estomacal, pero eso no evitó que tenga la lucidez para conducir y comandar los ataques cremas. Eso sí, aún tiene ese déficit cuando pisa el área rival: no remata a portería. “Uno, dos amagues y remata, remata”, le gritó Fossati en un par de ocasiones.
Arriba Alex Valera se las ingenió para generar peligro. Tuvo una batalla durante los 89 minutos que estuvo en el campo con Ignacio, el férreo central brasileño. Aún así estuvo cerca de convertir el primer gol, pero su remate pegó en el travesaño.
Del otro lado, de los de celeste, Renato Solis no brindó la seguridad que necesitaba la zaga. Y los defensas, Gianfranco Chávez e Ignacio, cumplieron sus tareas defensivas aunque cuando quisieron salir jugando con el balón a ras de césped perjudicaron a su equipo.
Por las bandas, Jhilmar Lora fue más un atacante que un lateral. Apoyó con sus subidas a Grimaldo aunque tuvo más de un dolor de cabeza defendiendo su banda. Del otro lado, Pasquini mostró un nivel muy discreto. Ni bueno ni malo. No sobresalió como debería hacerlo teniendo en cuenta que es un jale extranjero. Fue cambiado en el segundo tiempo por Nilson Loyola que, en poco tiempo, llevó más peligro al área rival.
En el medio, Martín Távara se adueñó de ese sector. Con la tranquilidad y calidad que le caracteriza, el volante ordenó a su equipo, los hizo jugar y trató de asociarse con Yotún que fue un todoterreno pero impreciso con el balón en los pies. Detrás de los dos, Jesús Pretell golpeó más de lo que jugó y pudo haberse ido expulsado en más de una ocasión.
Joao Grimaldo fue el más desequilibrante de Cristal. Por derecha, con gambeta en velocidad, fue un dolor de cabeza para Marco Saravia. Sin embargo, no pudo concretar las ocasiones que tuvo. Del otro lado, Sosa fue intermitente en el juego y Brenner Marlos fue irregular, de más a menos.