Robar bases ha vuelto a convertirse en una herramienta muy utilizada en grandes ligas. El venezolano Ronald Acuña Jr. ha sido su principal exponente.
Las nuevas reglas que estrena Grandes Ligas (MLB) este año, más que incentivar el robo de bases, han provocado una gran explosión de un recurso ofensivo que fue abiertamente ignorado en las últimas décadas, hasta colocar a la temporada 2023 cerca de la historia.
Entrando al penúltimo fin de semana de la serie regular, el jardinero venezolano de los Atlanta Braves, Ronald Acuña Jr., lidera la Liga Nacional con 68 estafas y tiene una gran oportunidad de ser el primero con 70 desde Jacoby Ellsbury (exactamente 70) en el 2009.
El jardinero dominicano de los Oakland Athletics, Esteury Ruiz, encabeza la Liga Americana con 61 robos, a cinco de empatar el récord de la liga para un debutante que impuso Kenny Lofton en 1992. Otro novato, Corbin Carroll, de los Arizona Diamondbacks, escolta a Acuña con 50 estafas en el viejo circuito.
Las ligas mayores no tenían tres robadores de 50 bases desde el 2014 y múltiples estafadores de 60 desde el 2009. Una docena ya supera la barrera de 30 y otros 12 tienen 26 o más, mientras que 45 jugadores cuentan con al menos un hurto.
Almohadillas más grandes (el tamaño aumentó de 15 a 18 pulgadas cuadradas) redujeron la distancia entre las bases y las nuevas limitaciones a la cantidad de veces que el pitcher puede detener la acción, incluyendo el tirar a las bases, envalentonaron a los corredores.
No es casualidad que los clubes de MLB tengan el mayor ritmo de intento de robo (1.8 por juego) desde el 2012. Tampoco que estén siendo bastante efectivos.
Con menos de una decena de jornadas por celebrar, los 30 equipos de Grandes Ligas registran 3,303 robos, la mayor cantidad desde 1999, cuando se produjeron 3,421. La MLB no superaba las tres mil estafas desde el 2012 (3,229).
Debido a la diferencia de juegos jugados en algunos años, ya sea por huelga de jugadores o la pandemia del 2020, el promedio de robos por juego es más importante que el total para hablar de tendencias. En el 2023, se está robando a un ritmo de 0.72 por juego, el más alto desde 1997 (0.73).
Los equipos han tenido una frecuencia de éxito del 80.4% en intento de robo, el más alto desde 1951, que fue el primer año que dicha estadística comenzó a ser registrada. Los clubes promedian 1.4 robos por juego, el mejor desde 1997 (1.5), y muy por encima del 1.0 del año pasado.
En el 2022, ocho equipos superaron los 100 robos y los Texas Rangers dominaron la MLB con 128. En el 2023, comandados por los Cincinnati Reds (175), 19 conjuntos tienen más de 100 estafas y otros dos (New York Yankees, 96 y St. Louis Cardinals, 95) llevan un excelente ritmo para unirse al grupo.