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Desde que el último mercado de fichajes se abrió, el Parque de los Príncipes ha sido un hervidero de sorpresas que han sorprendido a los hinchas del PSG. Las salidas de Sergio Ramos y Lionel Messi del equipo fueron solo el comienzo de una serie de movimientos inesperados que cambiaron radicalmente el rumbo del club bajo la dirección de Luis Enrique. Sin embargo, el presidente parisino, Nasser Al-Khelaifi, logró retener a Kylian Mbappé y cerrar pases tan importantes como el de Ousmane Dembélé, quien dejó el Barcelona en una transferencia de 50 millones de euros.
La excelente relación entre Mbappé y Dembélé, que se forjó durante años, finalmente disipó las especulaciones sobre un posible traspaso de Kylian al Real Madrid durante la última ventana. A pesar de todas estas expectativas, la figura del ‘Mosquito’ ha estado bajo un escrutinio constante desde que llegó al PSG.