No era el partido de los reflectores pero cómo salió de vistoso, de divertido y de importante para los luchadores ucranianos, que pudieron dedicar a su maltrecho país una alegría.
Royal Antwerp y Shakhtar firmaron un partido vibrante, que ganaban los locales pero que remontaron los visitantes un un 2-3 final muy entretenido en el grupo H de la Champions League.
Muja a los 2 minutos enganchó y definió en el parea para abrir la cuenta y a los 33 otro pase entre líneas y el diez, Balikwsha, resolvió ante la salida del portero. parecía un día más en la oficina. Pero cómo cambiaría ese panorama...
A los 48 salió rabioso el equipo ucraniano y de todo pasó en el área: Sudakov la estrelló en el palo, la pelota salió del área y por izquierda apareció un remate cruzado que salvó con su cuerpo el portero, vino el cabezazo de Sikany otra vez de la raya la sacó el número 1, pero el rebote le quedó al mismo atacante y fue el descuento. Estaba para entrar... sin duda.
Pero entonces el arquero, que era figura, entregó la ventaja: en vez de dejar salir una pelota al tiro de esquina, la manoteó a su área y habilitó a Sikan, que firmó el doblete y el 2-2.
Y parecía que ya no estaba en el partido Royal Antwerp, que no volvió ni a acercarse al terreno rival, una ventaja que aprovechó Rakitskyi a los 71 minutos para poner el 2-3 final.
Para rematar, a los 90+5 parecía que llegaría la salvación de los locales por un penalti, es decir penalazo por mano en el área, que era la ilusión del empate, un potosí para como se estaba dando el partido. ¡Y pateó horrible el capitán! Se perdió la opción de sumar y se acabó de inmediato el partido, que resultó muy emotivo, muy disputado, muy Champions.